Nada más conocerse la noticia, se convocaron manifestaciones antimonárquicas en casi todas las capitales de provincia y en otras ciudades. Miles de personas salieron a la calle para concentrarse en las plazas y pedir un referéndum sobre la jefatura del estado. En Madrid, la puerta del Sol volvió a convertirse en el centro de las protestas. Curiosamente esa céntrica plaza de la capital española está presidida por la estatua ecuestre de un rey -Carlos III-, y es donde se proclamó la República en 1931. Mientras los partidos políticos ultiman los detalles para la sucesión y la entronización del Príncipe de Asturias que pasará a nombrarse Felipe VI.
De los tres reyes que han abdicado desde que en enero de 2013 lo anunciara la reina Beatriz de Holanda, la sucesión de la corona española ha sido la única cuestionada en la calle, con miles de personas concentradas en plazas y lugares públicos de España. Ni siquiera la monarquía belga, que guarda algunas coincidencias con la española (escándalos e independentismos) fue cuestionada hace un año.
El anuncio de la abdicación traspuso todos los informativos y programas de cadenas de televisión y radio españolas, que destacaron el papel pacificador del rey en una España convulsa surgida tras el franquismo. Se recordó que a pesar del tradicional antimonarquismo de la sociedad española, se había conseguido un consenso con la figura de Juan Carlos I, en los denominados juancarlistas. Se destacó su papel en el intento de golpe de estado del 23-F, y su aportación a la democracia y la estabilidad del país.
Pero las redes sociales, que en muchas ocasiones pasan a difundir la crítica institucional, comenzaron a convocar a los ciudadanos en las calles para pedir el fin de la monarquía y una consulta popular, que significaría modificar la actual Constitución de 1979. El tuit #ElReyAbdica fue treding topic durante toda la jornada. En las plazas se oían consignas como «España mañana será republicana», «Queremos referéndum ya», mientras ondeaban algunas banderas, pocas en general, tricolores de la II República. Madrid, seguida de Barcelona (donde se unieron las peticiones de referéndum sobre la monarquía y la independencia), Sevilla, Zaragoza o Salamanca, fueron algunas de las ciudades en que se convocaron miles de personas. Para hoy se han vuelto a convocar nuevas concentraciones a las 20h.
Ajenas a ello, las instituciones han continuado preparando el trámite parlamentario de la sucesión del Rey. El presidente del Congres, Jesús Posada, ha anunciado que las Cortes lo culmiarán el 18 de junio y será a partir de entonces cuando se establecerá la fecha de coronación de Felipe VI en una sesión conjunta y solemne de Congreso y Senado. El Consejo de Ministros presentará esta semana una ley orgánica que deberá ser aprobada el 11 de junio por procedimiento urgente. Ya han anunciado que votará a favor el 91% de los partidos presentes en el Congreso (PP, PSOE, UPyD, CiU, parte del Grupo Mixto), el PNV que ha anunciado que se abstendrá. El 18 lo votará el Senado y a la Casa Real escogerá la fecha de coronación que será cualquier día apartir del 19 de junio.
El relevo en la Corona culminará con el juramento del Príncipe ante el Congreso y el Senado y su proclamación como Felipe VI. A pesar de que han transcurrido 40 años desde la coronación de Juan Carlos I, nadie ha previsto el reglamento que regule este tipo sesiones obligatoria en el caso de sucesión monárquica. La imprevisión obligará una vez más en el país, a que se eche mano del sentido institucional. Ocurrió con la muerte del primer presidente de gobierno fallecido, Leopoldo Calvo Sotelo y volverá a repetirse con el Rey.
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