Christine Lagarde, titular de Economía y Finanzas en el gobierno Sarkozy optará a la dirección del Fondo Monetario Internacional, para sustituir al también francés Dominique Strauss-Kahn, acusado de intento de violación en Estados Unidos. Lagarde cuenta con el apoyo de los socios europeos. A su favor tiene la falta de un candidato de consenso entre los países emergentes que aspiran al cargo. En contra, un asunto pendiente con la justicia francesa por un presunto abuso de autoridad.
La ministra francesa de Economía ha confirmado este miércoles su candidatura para dirigir el FMI con agradecimientos al apoyo de los países europeos que impulsan su candidatura y homenaje a Strauss Kahn, por haber sabido remontar la crisis bajo su mandato en el Fondo.
Lagarde sería la primera mujer en dirigir la institución internacional. Cuenta con un brillante currículum en el terreno de las finanzas y de la política y está considerada una de las mujeres más influyentes del mundo. Ahora dice afrontar su posible nombramiento como «un inmenso desafío».
Ante las reclamaciones que los países emergentes hacen para ocupar la dirección del FMI por su peso en la economía mundial, la francesa presenta el aval europeo, como primer contribuyente del Fondo. En cualquier caso, ella dice que no pretende ser «la candidata francesa, ni la candidata europea».
Sólo hay una pega para que Christine Lagarde se traslade a Washington: el 10 de junio, fecha en la que el FMI cierra el plazo para presentar candidaturas, la ahora ministra sabrá si la Justicia francesa abre una investigación sobre su actuación en un presunto caso de abuso de autoridad.
Lagarde intervino en un arbitraje entre Crédit Lyonnais y el multimillonario Bernard Tapie, que se resolvió a favor del empresario y aliado político de Sarkozy y que le reportó 285 millones de euros. Sobre el asunto, la ministra dice tener la conciencia «perfectamente tranquila».
En su carrera hacia la dirección del FMI no tendrá un rival consensuado. Hasta ahora, solo se ha anunciado la candidatura del actual gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y se especula con los nombres del gobernador del Banco de Kazajistán, Grigory Marchenko, o del exministro de Finanzas sudafricano, Trevor Manuel.