El informe, redactado por el europarlamentario italiano Salvatore Iacolino, concluye que para poder atacar con más efectividad contra el crimen organizado la legislación europea debe ser igual en todos los estados miembros que deberán tener una misma definición de crimen organizado, corrupción, o blanqueo de dinero, así como una mejor cooperación policial y crear la figura de un fiscal europeo que coordine y mejore las investigaciones a nivel nacional.
El informe también apunta como medidas complementarias la abolición de la confidencialidad bancaria y la eliminación de los paraísos fiscales europeos con el fin de agotar los recursos financieros de los criminales. Iacolino señaló en rueda de prensa que «las recomendaciones del informe están listas para ser aplicadas».
Haciendo referencia al carácter internacional de este tipo de crímenes, Iacolino recordó que «las mafias no se circunscriben a un área geográfica determinada. En Alemania, por ejemplo, las mayores organizaciones criminales internacionales que actúan son turcas o rusas. Es un reto europeo que necesita una solución europea. Uno de los mayores logros de la Unión Europea ha sido el mercado único, pero debemos garantizar que a los negocios condenados por corrupción o blanqueo de dinero en un estado miembro les sea negada la participación en contratos públicos en toda la UE.»
El reto principal para combatir estas mafias es desarrollar la cooperación judicial entre las fuerzas policiales nacionales, y establecer un único marco legal por medio del que una sentencia emitida en un país miembro deba aplicarse también en el resto de estados miembros.
Sonia Alfano, presidenta de la Comisión Anti-mafia Europea, ha recalcado la importancia de la puesta en marcha de este plan de acción europeo diciendo que «las leyes normales no sirven para combatir el crimen organizado y las distintas formas de mafia. En el pasado, las leyes ordinarias han llegado a facilitar el proceso de construcción de sistemas criminales incluso en países como Suecia u Holanda.» Entre sus recomendaciones, hizo hincapié en la necesidad de introducir el delito por asociación con la mafia a nivel europeo, que actualmente sólo existe en Italia.
El crimen organizado y las nuevas tecnologías
Las redes criminales internacionales han sabido adaptarse y sacar provecho del nuevo escenario global: la crisis y las nuevas tecnologías han facilitado a los criminales el blanqueo de dinero a pesar de las directivas europeas en curso y los mejores esfuerzos por parte de las fuerzas de seguridad.
El blanqueo de dinero supuso un 2,7 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial en 2009, una suma total de unos 1.600 millones de dólares. En el contexto global y digital estas operaciones se realizan por medio de transacciones ficticias, falsas ganancias en apuestas, o aprovechando los sistemas bancarios online.
La crisis también ha creado oportunidades adicionales para que el crimen organizado se infiltre en el sector bancario, ya que los bancos han tenido una necesidad de liquidez de la que se han aprovechado las redes mafiosas comprando acciones o incluso para tener un sitio en las juntas directivas.
En palabras de Sonia Alfano, «la creación del Comité Anti-mafia por parte del Parlamento Europeo representa una auténtica vuelta de tuerca en la historia de las políticas de la UE. Por fin, Europa está lanzando un mensaje claro a las mafias y a las organizaciones criminales: las instituciones van a plantar cara al crimen organizado».