El tratado de cooperación entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP) sigue siendo prioritario y de enorme importancia para ambos, aunque las recientes filtraciones acerca del espionaje a ciudadanos e instituciones europeas plantean una cuestión que debe ser atendida paralelamente, según el presidente de la Comisión Europea.
Este tratado de cooperación (TTIP), iniciado el 13 de julio de 2012 y que aún se está negociando, pretende facilitar el comercio entre ambos lados del Atlántico, reduciendo tarifas y unificando trámites. Su entrada en vigor simplificaría y aumentaría el volumen de negocio entre Estados Unidos y la Unión Europea, pero, como ha puesto de relieve la vicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes, los negocios y los clientes necesitan seguridad en torno a la privacidad de sus datos, cuestión que se ha puesto en duda tras la denuncia y posterior confesión por parte de Washington de espionaje masivo de las comunicaciones europeas.
La entrada en vigor hoy de nuevas medidas contra los delitos informáticos pretende reforzar la confianza de un sector que mueve millones de euros al año y que previsiblemente aumentará en las próximas décadas, pero la sombra del espionaje institucional extranjero puede minar este crecimiento si no se ataja rápidamente.
En una carta enviada recientemente, el fiscal general de Estados Unidos Eric Holder, invita a la vicepresidenta Viviane Reding y a la comisaria de asuntos interiores Cecilia Malmström a la creación de grupos que analicen la cuestión de proteccción de datos y privacidad para sentar la base de las nuevas formas de comercio entre los dos continentes.