En 2001 cuando se liberalizó el mercado español de banda ancha Telefónica era el único operador que tenía las redes de teléfonos fijos y debía dar el servicio a otros operadores que querían entrar en el mercado de ADSL
De 2001 hasta 2006, Telefónica cobró tanto por el alquiler de las redes que a sus competidores no les quedaba apenas margen e incluso tenían que perder dinero si querían ajustar los precios. La Comisión Europea encontró abuso de posición dominante e impuso la multa millonaria a la operadora que recurrió ante el Tribunal europeo de Justicia de Luxemburgo aduciendo que respetó las normas de telecomunicaciones que había impuesto el organismo regulador español.
La Comisión Europea, y ahora le da la razón el Tribunal Europeo, consideró que Telefónica dificultaba que otras operadoras mantuvieran su presencia en el mercado y pudieran crecer. Todo eso hacía además, que el consumidor español pagara un 20 por ciento más que el resto de europeos.
Telefónica ha dicho que volverá a recurrir.