De manera «global» pidió el presidente Rajoy que se planteara la investigación sobre el conflicto y así parece que va a ser. Por una parte está la cuestión de la frontera, que entra dentro de la comisaría europea de Interior, por otra el contrabando dependiente de Fiscalidad, Aduanas y Antifraude y por último la cuestión de los bloques de hormigón tirados al mar que entran de lleno en medio ambiente y pesca.
El portavoz de la CE, Olivier Bailly, en su comparecencia de este martes, ha confirmado que la misión prevista para examinar los controles que ha impuesto España en el paso de la Verja se ha extendido y examinará también el contrabando de tabaco y el blanqueo de capitales.
«Las autoridades británicas y españolas están vinculadas a esta misión», ha dicho Bailly, que ha explicado que estará dirigida por la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, responsable de la gestión de las fronteras de la UE.
Participará también el comisario de Fiscalidad, Aduanas y Antifraude, Algirdas Semeta e incluso podría intervenir la Oficina europea antifraude, OLAF, encargada de vigilar el contrabando de mercancías. En total la misión podrían integrarla entre 10 y 20 expertos de la Comisión.
Todavía no se puede adelantar la fecha en la que se trasladarán al lugar. El premier británico David Cameron, pidió a Barroso que fuera este mismo mes de agosto, pero todavía quedan muchos detalles por determinar entre ellos la coordinación entre España y Reino Unido, ha dicho Bailly.
Bruselas insiste en que como responsable de velar por el cumplimiento del Tratado de la UE su papel es el de asesorar, pero que son los dos Estados miembros los que deben ponerse de acuerdo y resolver su disputa.
En esta misión no habrá expertos comunitarios de medio ambiente que estudien las consecuencias de los bloques de hormigón que Gibraltar lanzó al mar para crear un arrecife artificial. El Peñón, que no tiene flota pesquera, dice que es para regenerar la zona y España aduce que es para obstaculizar el acceso de los pescadores españoles.
Este incidente estuvo en el inicio del conflicto. El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, interpuso una «queja formal» el pasado 31 de julio, en consecuencia Bruselas pedirá explicaciones a Reino Unido. Si no le satisfacen podría incoar un expediente sancionador. Este asunto va por otro camino diferente al de la misión.
Todavía queda la cuestión de las gasolineras flotantes en la bahía de Gibraltar, una actividad conocida como 'bunkering'. El pasado 30 de noviembre el Consejo de Ministros declaró el lugar Zona Especial de Conservación (ZEC) que impide que se realice el trasiego de petróleo desde los buques gasolinera a los que se surten de combustible.
En esa ocasión el ministro Arias Cañete se ausentó de la votación por tener intereses en la cuestión que se trataba.
El ministro de Medio Ambiente es accionista de una empresa petrolera, Ducar S.L., que tiene tanques de almacenamiento de combustible en los puertos de Ceuta y Gran Canaria. El propio ministro ha dicho que su empresa trabaja en tierra. Aunque no se puede obviar que parte del combustible sea trasladado en barco hasta alguna de las gasolineras flotantes de la bahía.
El Partido Socialista (PSOE) ha pedido que el ministro comparezca en el Congreso para dar explicaciones.
Y por si faltaba algo el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en un artículo que este martes se publica en The Wall Street Journal, dice que España está dispuesta a dialogar pero «primero es necesario que el Reino Unido muestre su disposición a enmendar el daño causado, en particular retirando los bloques de hormigón» que forman el arrecife.
Claro que el ministro principal del Peñón, Fabián Picardo, dijo este fin de semana a la BBC que «el infierno se congelará antes de que el Gobierno de Gibraltar mueva cualquiera de esos bloques».
Los únicos que en medio de este descomunal enredo se muestran algo satisfechos son los ecologistas. Ya mostraron su satisfacción porque se creara un arrecife artificial para la mejor conservación de la fauna acuática y ahora ven como una denuncia que habían interpuesto es admitida a trámite.
Ecologistas en Acción lleva tiempo denunciando que se había extraído arena de la duna de Valdevaqueros, integrada dentro de la Red natura 2000, para rellenar playas ganadas al mar en Gibraltar.
Según especifica la denuncia del grupo ecologista para introducir la arena en el Peñón, «fue preciso falsear documentos y ocultar oficialmente la procedencia de esa arena», actividad en la que podrían estar implicados españoles y gibraltareños.