El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), en Paterna (Valencia),
celebra este lunes su 50 aniversario convertido en un referente internacional en
ciencia y tecnología de alimentos. Sus estudios abarcan toda la cadena alimentaria,
desde la microbiota intestinal hasta la conservación de los alimentos.
En el IATA se trabaja con el objetivo de mejorar la nutrición y la salud, aunque sin
olvidar el placer de saborear los alimentos. Algunos de sus desarrollos más destacados son la elaboración de jamones con menos grasa, panes con más fibra y menos calorías,
levaduras que mejoran el sabor y el aroma del vino, y zumos refrigerados con un sabor
como el de los zumos recién exprimidos, entre otros. También han identificado una
bacteria que mejora la calidad de vida de los celíacos al regular las alteraciones de la
flora intestinal.
«En estos 50 años de historia, el IATA se ha convertido en un centro pionero de
referencia nacional e internacional en ciencia y tecnología de alimentos, y ha realizado
una trasferencia efectiva de los resultados al sector industrial», señala Molina Rosell.
«Asimismo, la formación de técnicos, doctores y postdoctorales en agroquímica y
ciencia de alimentos ha proporcionado miles de profesionales que ocupan puestos
directivos, académicos y técnicos en universidades y en empresas de ámbito
autonómico, nacional e internacional», añade.
La investigación del IATA abarca todas las etapas de la cadena alimentaria, desde el
funcionamiento de la población microbiana intestinal hasta la conservación de los
alimentos. Sus grandes líneas de investigación son la ciencia de alimentos, la
seguridad y calidad alimentarias, y la biotecnología. «La actividad investigadora del
IATA prosigue en la innovación en productos derivados de cereales, carnes y productos
cárnicos, post-recolección de cítricos, estudios de percepción sensorial con
consumidores, modelización de procesos de conservación de alimentos, envases
inteligentes y control de riesgos bióticos y abióticos», detalla la directora. «A ello se
une una intensa actividad en el ámbito de la biotecnología de alimentos, en el sector
enológico, así como en el ámbito de las bacterias lácticas, su papel en el procesado de
alimentos y su influencia en procesos metabólicos».
El IATA se inauguró oficialmente en 1966 aunque sus investigaciones se habían iniciado casi
una década antes, en 1957, en el departamento de Química Vegetal del desaparecido
Instituto de Química Alonso Barba, en el seno de la Facultad de Ciencias Químicas de la
Universidad de Valencia. La investigación del centro nació vinculada a los productos de
la Comunidad Valenciana, como los cítricos y el arroz, pero con los años se ha ido
diversificando y ha ido asumiendo nuevos retos, como por ejemplo el desarrollo de
carnes más saludables, con el citado jamón bajo en grasa, el estudio de las
propiedades benéficas para la salud de las bacterias lácteas y el tratamiento de
cereales para alimentos multifibra.
«Asimismo, las investigaciones en agronomía, medio ambiente y recursos naturales
han generado el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas y el Centro de
Investigaciones sobre Desertificación«, indica la directora.
Estos son algunos de los desafíos del IATA, un centro que se consolida como referente
internacional en la investigación sobre la nutrición, la seguridad alimentaria y la salud.