Los resultados del análisis, como explica Juan Mulet, director general de COTEC, confirman que la situación del I+D+i en España «no es la ideal, pero es una base desde la que se puede construir». Una primera lectura, bastante poco positiva, es que el porcentaje del PIB español que representa la I+D+i cayó un 1,33% el año pasado. Además, la distribución del gasto en I+D por origen de los fondos en el PIB revela que el gasto público y privado son más o menos iguales (alrededor de un 46% cada uno), mientras que el escenario ideal, más acorde con el resto de los países europeos de nuestro entorno, sería aquel en el que dos terceras partes del gasto corriesen a cargo del sector privado. Junto a este dato, Mulet ha destacado el hecho de que la aportación pública al I+D generado por las empresas se ha reducido en 40% desde 2008.
Otro dato significativo es la repercusión económica que generan esas inversiones en I+D, ya que existe una situación en la que «no existen empresas que puedan asumir los resultados de las investigaciones», de acuerdo con el Director General de Cotec. Este hecho se confirma en que el número de patentes triádicas (las concedidas con efectos conjuntos en las oficinas de patentes europea, estadounidense y japonesa) han supuesto el 1,72% del total de las registradas en la UE, y el 0,5% del conjunto de la OCDE, unas cifras muy inferiores a las que corresponderían al peso económico de España en estos dos ámbits y al peso de su gasto en I+D.
En cuanto al número de empresas con actividades de innovación en España también se observa un importante descenso, ya que se ha reducido a la mitad desde el comienzo de la crisis (de 36.183 en 2008 a 18.077 en 2012), un dato que preocupa especialmente en la UE. Por su parte, el número de investigadores se ha mantenido prácticamente sin cambios en el sector privado, mientras que en el público ha descendido ligeramente.
Por sectores, los que más gastaron en I+D+i en 2012 en España fueron, de más a menos, los Servicios de I+D, los vehículos de motor, farmacia, telecomunicaciones, y programación, consultoría y otras actividades informáticas. Por Comunidades Autónomas, Madrid, Cataluña y País Vasco están a la cabeza, con una importante diferencia en su actividad con respecto a los siguientes puestos de la lista.
Por último, Mulet se refirió al programa Horizonte 2020 de la UE, que podría suponer un retorno de unos 800 millones de euros anuales en el periodo 2014-2020 para financiar su I+D+i. Además, el Gobierno de España podría dedicar hasta 10.000 millones de euros a actividades de innovación y ayudas a las PYMES por medio de las estrategias RIS3 (Research and Innovation Strategies for Smart Specialization), que permiten a las Comunidades Autónomas establecer prioridades en los proyectos de investigación que les interesan, lo que puede suponer una gran oportunidad para el desarrollo de políticas de innovación que se adapten de forma real y efectiva a sus respectivos tejidos productivos.
El Director General de Cotec, Juan Mulet, ha debatido con varios periodistas especalizados el estado actual de la I+D y la innovación en España. A partir de los datos recogidos tras la reciente publicación de la Estadística sobre Actividades de I+D (2012) por parte del INE, y del informe «2013 EU Survey on R&D Investment Business Trends» elaborado por Eurostat, el Cotec ha desarrollado un análisis de la situación en inversión, desarrollo e investigación en España.
Tras establecer la diferencia entre la estadísticas elaborada de acuerdo con el Manual de Frascati, que incluye la I+D pública y la privada de todas las empresas, y la que se confecciona siguiendo las pautas del Manual de Oslo, basada en una encuesta de innovación sólo de empresas de más de 10 empleados, Juan Mulet ha recordado que, de acuerdo con la definición de Cotec,: innovación es «todo cambio basado en el conocimiento que genera valor», ya sean de carácter tecnológico o no tecnológico.