En la preparación del proyecto participa también un órgano clave de la ONU como es su Consejo Económico y Social, conocido por sus siglas inglesas Ecosoc, que discutirá la cuestión en su evaluación ministerial anual, que se celebrará en julio en Ginebra.
Los ODS reemplazarán, si se aprueban, a los Objetivos de Desarrollo para el Milenio (ODM), establecidos en 2000 en Nueva York y que tienen un plazo que vence en 2015.
Tomando como referencia los indicadores de 1990, los gobiernos se comprometieron a terminar con la indigencia y el hambre, reducir la mortalidad infantil y materna, combatir enfermedades como la
tuberculosis y otras, expandir la enseñanza, promover la igualdad de sexos y el empoderamiento de la mujer, garantizar la sostenibilidad del medioambiente y fomentar una alianza mundial para el desarrollo.
Osorio, representante permanente de Colombia en la ONU, explica algunos aspectos del tema en la entrevista que nos ha concedido durante una visita que ha hecho esta semana a Ginebra.
¿Entiende usted que la innovación debe ser uno de los objetivos para este milenio?
Néstor Osorio: Creo que es parte transversal de muchos de los objetivos que entrarán en un periodo complementario a partir de 2015. Estamos hablando de los ODS, es decir cómo hacer algo más allá de los ODM e integrar a países industrializados y en desarrollo en el cumplimiento permanente e irreversible de metas fundamentales para la sostenibilidad integral.
En otras palabras.
NO: Estamos hablando de conservación de aguas, de ciudades más vivibles, de la seguridad alimentaria, de la infraestructura y del control de la emisión de gases (contaminantes). Hay que descarbonizar el planeta. Y todo esto forma parte de la innovación.
¿Quiénes serían los actores de esta tarea?
NO: Quienes pueden participar de una forma muy eficiente, lo hemos visto, es la juventud. La gente joven está y ha estado siempre en el origen de las mayores innovaciones. Microsoft, Facebook y otras, han sido creados, innovados, por muchachos de 20 o 25 años.
Entonces aquí hay una vinculación muy importante: cómo la innovación y la conexión y preparación de trabajos del futuro van parejas. Y si estamos hablando de igualdad de género, estamos hablando de lo mismo. O sea, es un tema transversal en general.
¿Cómo podrían fomentar la innovación los países en desarrollo?
NO: Creo que con un compromiso fundamental de los gobiernos, que se traduzca en asignaciones presupuestarias. También es fundamental la asociación entre gobierno y sector privado en todo este proceso. Le voy a citar un ejemplo de lo que hemos hecho en Colombia: la política del presidente Juan Manuel Santos ha sido la de destinar -se aprobó una ley en ese sentido- una porción de los derechos de explotación que se obtiene del petróleo y de la minería al Instituto de Ciencias y Tecnología.
¿Y respecto del sector privado?
NO: La empresa va descubriendo cuáles son sus necesidades y cómo tiene que adaptarse a las exigencias de la sostenibilidad. No puede haber inversiones en proyectos que utilizan gran cantidad de agua, porque es un desperdicio. Las empresas tienen que adaptarse a las exigencias que el mundo va presentando.
¿Y en cuanto al Estado?
NO: El sector público debe tener conciencia de la importancia que la ciencia, la tecnología, la cultura y lo que viene detrás en términos de innovación puede significar para todo el desarrollo de la sociedad. Para mejorar su infraestructura, sus ciudades, su transporte, para hacer que el hombre y la mujer tengan un mayor bienestar.
Por eso es muy importante que se traduzca en instrumentos jurídicos, en asignaciones presupuestarias y en planes de gobierno.
¿Qué se puede esperar de las sesiones de Ecosoc en julio próximo?
NO: El debate en el Segmento de Alto Nivel, como se denomina, será la culminación de la reunión ministerial. Por lo pronto, ciencia, tecnología y cultura es el tema del año para el Ecosoc. Pero además se tratará el tema financiero.
La situación económica del mundo industrializado es muy seria porque tiene consecuencias, lo que llamo «el daño colateral», pues al reducirse los ingresos y las condiciones económicas de esos países hay menos dinero para la financiación del desarrollo y menor propensión a la transferencia de tecnología.
Yo espero que de las sesiones de julio salgan unas recomendaciones políticas muy concretas.
¿Cual es el clima previo?
NO: Acabo de estar hace dos semanas en Tanzania con todos los ministros africanos y veo con sorpresa que hay una conciencia y un interés real en dar a la ciencia y la tecnología un lugar predominante en las prioridades de los gobiernos.
¿Tiene un panorama de la innovación en los países en desarrollo?
NO: En el sector agrícola, se han hecho avances inmensos para aumentar la productividad y luchar contra pestes y plagas. Esto es común ya en el café, el cacao y los cereales.
La investigación en India para aumentar la productividad de granos y garantizar la seguridad alimentaria ha sido extraordinaria. En Brasil, las nuevas tecnologías de cultivo de café, con plantaciones de 100 hectáreas con irrigación y fertilización permanente, han multiplicado por 30 o 40 veces la productividad.
¿En cuando a innovaciones con efectos ambientales?
NO: También, sobre todo en diferentes áreas de la agricultura, con mejoramiento de condiciones rurales. Por ejemplo, una innovación concreta es aprovechar una pequeña caída de agua para producir energía.
He visto cómo se han ideado pequeñas turbinas que logran utilizar una caída de agua de apenas un metro para iluminar la vivienda de un campesino.
No es astronáutica ni la ciencia del CERN (la organización europea de investigación nuclear) sino que son cosas simples, sencillas. Se trata de idear máquinas moledoras que no desperdicien agua. Por ejemplo, en Colombia se desarrolló una despulpadora de café que toma la cereza, el fruto del café, y lo trata con el uso de una cantidad mínima de agua, que luego se recicla y no es contaminante.