La Comisión Europea ha presentado sus previsiones económicas para 2011: se consolida el proceso de crecimiento, pero aparece un nuevo nubarrón en forma de inflación impulsado por los precios del petróleo y otras materias primas.
Bruselas calcula que la economía crecerá en 2011 un 1,6% en la eurozona y un 1,8 en el conjunto de la UE, en ambos casos es una décima más que en la anterior previsión. La economía alemana vuelve a hacer de locomotora, su PIB aumentará este año un 2,4, muy por encima de otras economías europeas: la británica un 2%, la francesa un 1,7%, la italiana un 1,1% . Las excepciones las ponen para bien Polonia, con un 4,1% ,y para mal España, con un 0,8%, muy por debajo del 1,3% calculado por el gobierno.
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dicho que «mientras que las exportaciones continuarán apoyando la recuperación, se espera que el crecimiento se equilibre hacia la demanda doméstica, lo que resultará en un crecimiento más sostenible».
Sin embargo, aparecen nuevos riesgos. La subida del precio del petróleo motivada por las revueltas en los países del Norte de África han provocado que Bruselas eleve sus previsiones de inflación desde el 1,8% al 2,2%, lo cual podría, a su vez, obligar al Banco Central Europeo a aumentar los tipos de interés.
El comisario europeo pretende no alarmar pero reconoce que «si los precios del petróleo suben en torno a un 10% más de lo esperado, esto tendría un impacto negativo sobre el crecimiento económico del 0,1% este año».
La Comisión europea insiste en que la crisis de deuda soberana tampoco se ha resuelto y pide profundizar en las reformas estructurales y de consolidación fiscal, es decir, el pacto de competitividad propuesto por Alemania y Francia, que ahora se presenta como iniciativa de la propia UE.
España, la que menos crece
Para España, Bruselas prevé un crecimiento moderado del 0,8%. «La demanda doméstica seguirá débil este año porque el paro continúa en máximos históricos, la construcción residencial se ajustará todavía más, el proceso de desendeudamiento de hogares y empresas continúa y el sector público restringe el gasto en consumo e inversión».
Con todo, el comisario de Asuntos Económicos cree que las reformas aprobadas por el gobierno en el mercado laboral, las pensiones y el sector bancario han tenido un impacto positivo.
En el caso español, la inflación puede ser un problema aún más grave, según Bruselas, por el aumento de impuestos: el IVA, el tabaco y los precios regulados de la electricidad.
La Comisión elabora sus previsiones con los datos de las siete grandes economías de la UE, que representan más del 80% de su PIB.