Después de un interrogatorio de más de 6 horas, ha finalizado la declaración de la infanta Cristina de Borbón en los juzgados de Palma de Mallorca por un presunto delito fiscal y de blanqueo de capitales. Es la primera vez que un miembro de la familia real española comparece ante un juez. Un hecho histórico que ha atraído la atención de los medios de comunicación españoles y europeos.
La hija del Rey se ha acogido en varias ocasiones, a su derecho a no contestar a las preguntas de la acusación, aunque sí lo ha hecho a las que le ha planteado el juez instructor y la fiscalía. La defensa, liderada por el expolítico, Miquel Roca, se ha mostrado satisfecha por que la infanta ha podido explicar"su propia verdad" y ha demostrado que "todos somos iguales ante la ley". Roca ha expresado su "plena confianza" en que la Justicia "seguirá su camino".
Desde las 10 de la mañana, la infanta Cristina ha declarando ante el juez instructor del Caso Nóos, José Castro. La infanta ha llegado a las 9 y 46 minutos de la mañana a los juzgados de Palma. Tras recorrer en coche la rampa de acceso, se ha bajado del vehículo, ha saludado, y ha caminado los últimos metros hasta la puerta de entrada. Cristina de Borbón declara como imputada. En los alrededores del juzgado, alrededor de 300 personas se han manifestado contra la corrupción.
El gobierno ha desplegado más de 200 agentes para acordonar la zona por donde debía pasar la Infanta Cristina. Sólo los periodistas acreditados y los residentes han tenido acceso. Las personas que tenían acceso al juzgado han tenido que depositar teléfonos móviles y cualquier dispositivo con el que se pudiera captar imágenes en el interior de la sala, siguiendo las instrucciones del juez Castro.
Casi 400 periodistas, de 90 medios de comunicación han seguido de cerca la noticia. La mayoría eran europeos, además de agencias internacionales y del corazón, así como CNN, Al Jazzera o la televisión iraní. La BBC, en su edición digital, destaca que comparece en el tribunal para ser interrogada por el escándalo de corrupción que involucra a su marido. El diario francés Le Monde habla de una monarquía debilitada por los escándalos y para el alemán Frankfurter Allgemeine hoy es un día clave para la Monarquía española.
Tres años y medio después de que se abriera la investigación del caso Nóos, se ha producido la declaración de la Infanta Cristina, tras ser imputada por su presunta relación con Aizoon, la empresa de Iñaki Urdangarín y su socio, Diego Torres, habrían montado para desviar fondos. El instituto Noos ingresó cerca de seis millones de euros de administraciones públicas por la organización de eventos como este. El rastreo de este dinero lleva a los investigadores a un entramado de empresas fantasma donde acaba finalmente casi todo el dinero. Entre estas empresas pantalla está Aizoon, copropiedad -al 50% de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin-. Es la relación con esta sociedad la que ha llevado a la imputación de la Infanta por Delito Fiscal y Blanqueo de Capitales.
El interrogotorio de este sábado debe esclarecer si la Infanta conocía o no el origen presuntamente ilícito de los fondos de Aizoon que usó reiteradamente para gastos personales. Esta es la clave de la acusación por Blanqueo de Capitales.
En el caso del delito fiscal, el juez José Castro cree que hay indicios de que Aizoon rebasó la frontera de 120.000 euros defraudados. Aunque Anticorrupción cree que la infanta no tiene responsabilidad penal sí que considera que se benefició de un dinero de origen supuestamente ilícito. Por ese motivo la acusación pide que devuelva 600.000 euros, la mitad de lo que ingresó Aizoon, de fondos públicos de Noos. Con la declaración de la infanta queda prácticamente cerrada la instrucción del caso.