La industria europea debe ponerse las pilas

Si Europa quiere seguir ocupando un puesto destacado en la economía mundial, debe colocar a su industria en los puestos de salida

Un informe de la Comisión Europea señala que el crecimiento y el empleo en la UE deben apoyarse en una base industrial fuerte, diversificada, competitiva y unida que haga frente al avance de China, India y Brasil, entre otros.

«Debemos aprovechar plenamente el potencial que representa el mercado único, con sus quinientos millones de consumidores y sus veinte millones de empresarios» ha señalado el comisario de industria, Antonio Tajani.

El comisario en rueda de prensa
Antonio Tajani/Foto:CE

El informe «Una política industrial integrada para la era de la globalización» que este jueves ha hecho público la Comisión Europea, analiza la situación de la industria en Europa y el camino que debería seguir para mantenerse en un primer plano de competitividad.

La apuesta es clara, en esta época de intensificación de la globalización, el concepto de sectores e industrias nacionales ha quedado obsoleto. «Europa es algo más que la suma de sus partes», ha dicho el comisario de industria, Antonio Tajani. Europa, ha insistido, necesita un enfoque que tenga en cuenta toda la cadena de valor, desde las infraestructuras y las materias primas hasta los servicios postventa.

La industria europea se recupera de manera lenta, aunque progresiva de la crisis económica y financiera de los últimos años, a pesar de que todavía persiste un cierto grado de incertidumbre a nivel mundial. El nivel de producción se mantiene en más de un 10% por debajo del nivel anterior a la crisis.

Desde abril de 2009 la producción manufacturera tiene una tendencia positiva, aunque un 12% por debajo de su nivel más alto a principios de 2008. Los sectores que más han sufrido con la crisis son los que están despegando con más fuerza si exceptuamos el sector de la construcción para el que no hay muy buenas perspectivas. Al contrario de lo que ocurre con el turismo para el que las previsiones son más positivas, aunque muy diferentes de un país a otro.

La demanda interior y el consumo privado no despegan debido, entre otras cosas, a que el paro sigue muy alto.

Hay diferencias considerables entre los Estados miembros. Aquellos que han sufrido el pinchazo de la burbuja inmobiliaria se recuperan de una forma mucho más lenta que aquellos que han tenido un frenazo en la industria manufacturera. En general las condiciones macroeconómicas de la zona euro siguen siendo débiles con problemas con la deuda soberana y todo lo que conlleva el saneamiento de las finanzas públicas. Es más, las medidas de austeridad que los Gobiernos están teniendo que aplicar son absolutamente impopulares y actúan de forma negativa en la confianza de los consumidores, tanto en el gasto público como en el privado.

Todavía se puede frenar la recuperación económica. Un informe reciente del BCE señala que las entidades financieras siguen sin conceder créditos a las empresas a pesar de las buenas perspectivas.

En cuanto a competitividad, la Comisión Europea indica que la productividad en la UE es un tercio de la estadounidense. Los sectores industriales no dan el salto a la alta tecnología y cualificación y eso los hace poco atractivos para los inversores extranjeros, indica Eurostat.

En toda la Unión Europea el acceso a la financiación se ha hecho extremadamente difícil con la crisis, en especial para las PYME que han visto como se endurecían las condiciones de los créditos. A eso hay que añadir en algunos Estados un gran retraso en el pago de facturas.

La Comunicación de la Comisión Europea, hace hincapié en que son la competitividad y el desarrollo sostenible los que deben marcar el paso y enumera una serie de medidas para relanzar la industria. Muchas de esas acciones son competencia de los Gobiernos y la Comisión solo puede prestar asesoría y acompañamiento.

Según una encuesta de Ernest and Young sobre el atractivo europeo para los inversores, Europa occidental ha perdido en beneficio de China, algo que también ha pasado para Europa central y oriental. En 2006, esos tres polos eran los más interesantes, 68% Europa occidental y 52% central y oriental. En 2010 solo las considera interesantes un 38% y 24% respectivamente. La India y Brasil han ocupado los primeros puestos en el mismo periodo de tiempo.

La consecuencia es que la UE debe hacer un esfuerzo para invertir más en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). En opinión de Tajani no es contradictorio pedir a los Estados miembros que reduzcan el gasto público y que invierta más en I+D+i «porque es básico para el desarrollo industrial y empresarial europeo». España debería avanzar hacia una economía más intensiva del conocimiento «el reto es mejorar la productividad y facilitar los ajustes de salarios y precios».