La UE no reconoce el resultado por ser «ilegal e ilegítimo»
Ni Estados Unidos ni la Unión Europea reconocen el resultado del referéndum de Crimea. Ambos lo consideran ilegal e ilegítimo, porque se ha desarrollado «bajo la amenaza de las fuerzas de ocupación» de Rusia, a la que reclaman medidas inmediatas para evitar «una escalada inútil y peligrosa en Ucrania», según ha dicho Laurent Fabius, ministro de exteriores francés. El 95,5 por ciento de los electores crimeos ha votado a favor de la unificación con Rusia, según los datos preliminares difundidos por la Comisión Electoral y recogidos por medios rusos. La UE estudiará hoy nuevas sanciones.
«El referéndum es ilegal e ilegítimo y su resultado no será reconocido», han declarado los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. El ministro británico de exteriores, William Hague, lo ha calificado de «burla de la democracia».
Los embajadores de los Veintiocho, reunidos este domingo en Bruselas, han preparado un texto que discutirán el lunes los ministros de Exteriores y en el que, según el borrador, se advierte a Moscú de que «aún está a tiempo de dar marcha atrás en los actuales acontecimientos».
«El Consejo insta a Rusia a no anexionarse Crimea, en violación de la ley internacional», y subraya que «no reconoce el referéndum ilegal ni sus resultados». Los ministros podrían aprobar una lista con personas a las que se les congelarían sus activos en territorio europeo y se les prohibiría viajar a la UE. Bulgaria, de momento, se ha mostrado contraria a esta medida.
Moscú mantiene la legalidad de la consulta. Tanto el presidente ruso como el ministro de exteriores de ese país, han mantenido conversaciones telefónicas con Washington y Berlín. Sobre la consulta solo ha llegado un comunciado escrito del Kremlin. Vladímir Putin ha rechazado las acusaciones de ilegalidad del referéndum, y defiende que se ha celebrado respetando el derecho internacional de autodeterminación de los pueblos que recoge la ONU. De momento está de acuerdo en que una misión de observadores de la OSCE hagan un seguimiento de la situación en Ucrania, una cuestión que tratará el lunes este organismo en Viena. Rusia insiste que acudirá a ayudar a los ciudadanos prorrusos de Ucrania, que según ellos, estén en peligro. Y exige a Kiev que frene a los nacionalistas y radicales que aterroricen a la población rusoparlante. Rusia es el único que defiende la legalidad del referéndum de Crimea. En el Consejo de Seguridad de la ONU el sábado se quedó solo defendiendo la consulta, incluso China se abstuvo, aunque no condenó la ilegalidad del plebiscito como si hicieron Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
El fervor separatista se ha contagiado al este y al sur de Ucrania. En Donetsk manifestantes prorrusos han asaltado la Fiscalía y la sede del Servicio de Seguridad, antiguo KGB, para cambiar la bandera de Ucrania por la rusa. Es su forma de reivindicar que, al igual que Crimea, quieren un referéndum para unirse a Rusia. Un mensaje que se ha repetido en otras ciudades rusófonas de Ucrania, como Járkov y Odessa, con manifestaciones masivas. Desde Kiev, el primer ministro ucraniano ha advertido a los líderes separatistas de que antes o después serán llevados ante la justicia. En una reunión de emergencia de su gabinete, Yatseniuk ha pedido aumentar el gasto militar para defender la integridad de Ucrania. Según el gobierno, 20 mil voluntarios ya se han enrolado en la Guardia Nacional. Decenas de tanques ucranianos se están desplazando hacia Donetsk. Temen que la ocupación rusa de Crimea se extienda ahora a otras partes del país.
Tras el referéndum, todo indica que Ucrania ha perdido Crimea, aunque las autoridades de Kiev no lo quieran reconocer. El mapa de Europa cambia. La pregunta es si Rusia incorporará de inmediato la península a su federación, como ha pedido Crimea, lo que podría provocar que se quedara en una nebulosa legal en la que es un estado de facto, no reconocido por nadie. Queda por saber si a pesar de las amenazas de Putin a los gobernantes de Kiev para que respetan a las minorías prorusas, Moscú ocupará algunas ciudades del este de Ucrania.
Lo que si está claro es que aparte de las sanciones contra Rusia, que previsiblemente aprobarán en los próximos días EEUU y la Unión Europea, el reto ahora para Occidente, dicen los expertos, es apoyar a Ucrania con acuerdos políticos y ayudas económicas, aunque si éstas llegan, será a cambio de sacrificios para la mayoría de la población.