Becario de estudios de la AECID en la Universidad de Belgrado
¿Está de acuerdo la declaración unilateral de independencia por parte de las Instituciones Provisionales de Autogobierno de Kosovo con el Derecho internacional? «La declaración de Kosovo no viola las normas». Así se pronunció el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Hisashi Owada. Conclusión: la declaración de independencia kosovar proclamada el 17 de febrero de 2008 no atenta contra el derecho.
De las 14 opiniones recogidas en la sentencia, 10 fueron a favor, 4 en contra de la declaración kosovar, entre ellas las de los jueces de Brasil y Rusia. El magistrado japonés recordó que la sentencia es consultiva pero no vinculante para los estados, pero añadió que tiene un gran peso jurídico, político y moral. Al respecto el presidente serbio, Boris Tadić, dijo que la decisión del CIJ representa un momento difícil para Serbia, pero señaló que está claro que el tribunal no se ha declarado sobre la cuestión de la secesión. Lo que sí se puede concluir es que esta decisión de la CIJ no fortalece la posición serbia en esta contienda, sino que abre una vía política llena de incertidumbres, en donde el argumento legalista, sostenido sobre la resolución 1244 de la ONU, que reconoce la soberanía serbia sobre Kosovo, si cabe, pierde más crédito.
La sentencia ha estado muy contextualizada, apoyada en las diferentes resoluciones legales que terminaron por convertir a Kosovo en un protectorado internacional. En este sentido el tribunal interpreta que Kosovo no se independiza de Serbia, sino de la administración internacional que comenzó a funcionar como máxima autoridad en Kosovo después de los bombardeos de la OTAN en 1999.
Algunas fuentes apuntan que desde el día de ayer la diplomacia serbia estaba informada sobre el resultado de la sentencia. El Ministro de Asuntos Exteriores, Vuk Jeremić, ha declarado que Serbia nunca reconocerá la independencia unilateral de Kosovo, aunque también se ha apresurado a decir que su lucha será pacífica y diplomática, y llamó a la ciudadanía serbia a no responder a las provocaciones. «El siguiente paso en este proceso es un debate en la Asamblea General de la ONU, que se celebrará en septiembre en Nueva York y estoy seguro de que en esa ocasión se confirmará la corrección de la política de Serbia», dijo Jeremić.
En EE.UU es donde se encontraba el Primer Ministro de Kosovo, Hashim Thaçi, en una manifiesta declaración de intenciones de actuar al amparo de la administración norteamericana. El Vice-Presidente de los EE.UU., Joseph Biden, anunció que la Casa Blanca habló por teléfono con el presidente serbio Boris Tadić, antes de la publicación de la decisión de la CIJ, y confirmó los lazos fuertes de los Estados Unidos y Serbia, y subrayó que el gobierno serbio debe cooperar de manera constructiva con Kosovo. «Ahora es el momento para que Europa esté unida», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, tras conocer el resultado de la sentencia, en una clara referencia a aquellos países de la UE que no han reconocido la independencia kosovar; toda la UE excepto España, Chipre, Rumania, Eslovaquia y Grecia.
«Espero que Serbia se aproxime a nosotros, para discutir asuntos de interés mutuo, de mutua importancia, pero esos debates pueden llevarse a cabo sólo con conversaciones entre estados soberanos», dijo el Ministro de Relaciones Exteriores de Kosovo. Parece poco probable que desde la administración serbia se cambie de opinión respecto a Kosovo. Al menos, desde la coalición de partidos en el gobierno y desde la oposición, no se piensa reconocer la independencia kosovar tal como han declarado prácticamente el conjunto de las fuerzas políticas serbias al conocer la sentencia.
En el horizonte cabe especular según varios especialistas con el abandono de la política legalista que ha mantenido Serbia desde que fuera aprobada la Resolución 1244 de la ONU, y defender posiciones menos maximalistas respecto a la soberanía serbia sobre todo el territorio kosovar, objetivo que con esta sentencia se aleja todavía más. No en vano en las últimas semanas y al calor de la sentencia del CIJ diversas publicaciones y medios de comunicación serbios llevaban a la opinión pública el debate sobre la partición del norte kosovar de mayoría serbia.