A primera hora de la tarde, como marca el protocolo vaticano, los 115 cardenales, de 66 países, se encerrarán en la residencia Santa Marta (Domus Sanctae Marthae). En la majetuosa Capilla Sixtina, ante el óleo del Juicio final de Miguel Ángel, y a puerta cerrada (cum clave) realizarán varias votaciones, donde se recoge en un papel el nombre del papable, hasta que consigan el acuerdo de dos tercios de los votos (77).
Hoy se ha celebrado en la basílica de San Pedro del Vaticano un acto religioso oficiado por el cardenal decano, Angelo Sodano, al que ha asistido también el Cuerpo Diplomático de la Santa Sede. Tras la misa «pro eligendo romano pontifice» los purpurados se han dirigido a la residencia en la que se alojarán durante los días que dure el cónclave, que se prevé que sera corto. El miércoles podría ser elegido el nuevo pontífice de la iglesia católica, que pasará a ser el 266 papa de la historia.
Una de las obsesiones del Vaticano es que no se filtre ningún dato del cónclave hasta que no se dé a conocer públicamente en el balcón de San Pedro, el nombre del nuevo papa. Para eso se ha comprobado minuciosamente, que no haya ningún medio de grabación o transmisión ni en la residencia, ni en la Capilla Sxtina. Aun así el acto tiene visos de récord de audiencias televisivas, no en vano se han anunciado las horas precisas en que habrá fumata (negra o blanca). La primera fumata está prevista a las 8 de esta tarde. Hay unos 5.085 periodistas de 65 nacionalidades desplazados a Roma, que se unen a los 600 acreditados permanentemente ante la Santa Sede. La afluencia es tal que se han instalado 14 pantallas en la sala de prensa para seguir la última rueda de prensa del portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, y se han ocupado dos pisos, en el inferior las radios y en el superior la prensa escrita.
También hay quinielas, y aunque no destaca un candidato fuerte, la mayoría señalan a papables fuera del continente europeo. Antes de empezar el cónclave destacan los nombres del italiano (milanés) considerado del ala conservadora, Angelo Scola; el arzobispo de Sao Paulo, el brasileño Odilo Pedro Scherer y el canadiense Marc Ouellet. Otros nombres con opciones son el filipino Luis Tagle, aunque hay quien lo considera demasiado joven (55 años); los estadounidenses Sean O'Malley (Boston) y Timothy Dolan (Nueva York). Entre los europeos se barajan los nombres del húngaro Peter Erdo, el italiano Gianfranco Ravasi y el austríaco Christoph Schönborn. Aunque hay un dicho popular en el Vaticano que dice que «quien entra en un cónclave con fama de papa sale cardenal».
Sea del país que sea, el nuevo Pontífice será anunciado en 24 lenguas diferentes, el encargado de pronunciar la célebre fórmula «habemus papam», será el cardenal francés Jean-Louis Tauran. El nuevo responsable de la iglesia católica deberá dar respuesta a temas considerados inaplazables como el celibato, el sacerdocio de la mujer, la situación de los divorciados en la iglesia, la reforma de la Curia, la perdida de fieles en Europa, y sobre todo los escándalos por pederastia y los que puedan airearse del llamado «Vatileaks», recogido en un informe interno que ya están estudiando los cardenales .