Según algunas estimaciones, cada minuto se suben a You Tube, 48 horas de nuevos contenidos de vídeo, 700.000 usuarios de Facebook comparten contenidos, más de dos millones de búsquedas se gestionan en Google y se envían más de 200 millones de correos. Imagínense la cuenta si habláramos de twits, blogs, contenidos, etc.
No se ha podido medir exactamente la huella de las diferentes empresas debido a los diferentes métodos que se utilizan, pero la Comisión Europea se ha unido a 27 asociaciones y empresas de alta tecnología de envergadura mundial para poder medir la huella de carbono que deja la fabricación, el transporte y la venta de productos y servicios digitales.
Se calcula que una búsqueda puede producir entre unas décimas de gramo y algunos gramos de CO2, dependiendo de los aparatos que se utilicen, si lo sumáramos todo nos asustaríamos. La Comisión europea pretende cuantificarlo para poder pasar a una segunda fase de reducción y conseguir unas tecnologías digitales más ecológicas.
Greenpeace aprobó el pasado año los esfuerzos medioambientales de Google, así como Cisco, Ericsson, Fujitsu o Vodafone. No se trata solamente de quedar bien de cara al público sino de asumir las emisiones de la empresa y reducirlas lo más posible.
Las pruebas piloto de la Comisión han incluido 18 ensayos de 10 normas, proporcionadas por los organismos internacionales de estándares y organizaciones como la Unidad Internacional de Telecomunicaciones (UIT) o el European Telecommunications Standards Institute (ETSI), que fueron probadas durante 10 meses por Alcatel-Lucent, AMD, AUO, BT, Cisco, Dassault Systèmes, Dell, EECA ESIA, Ericsson, GSMA, Hitachi, HP, Huawei, Intel, Lenovo, NEC, Nokia, Nokia Siemens Networks, Orange, Sagemcom, SAP, Telecom Italia, Telefónica y TeliaSonera. Lo más curioso es que tres de los participantes implicados han querido permanecer en el anonimato.
Los productos y servicios TIC consumen en la actualidad entre el 8 y el 10 por ciento de electricidad de la UE y emiten hasta el 4 por ciento de sus emisiones de carbono.