Hambre y desesperación en el Cuerno de África La sequía en Somalia, kenia, Etiopía y Yibuti no ha surgido de la nada, desde hace meses los satélites de la Agencia Espacial Europea están haciendo un seguimiento de la falta de humedad en el suelo que finalmente ha llevado a una situación extrema que ha empujado al éxodo masivo a los habitantes de las regiones más afectadas. El satélite SMOS de la ESA muestra en color amarillo el suelo de la región demasiado seca para que se pueda cultivar.
SMOS, uno de los satélites más sensibles para la medición de la humedad en el suelo terrestre, muestra la falta prácticamente total de humedad en Somalia durante la principal temporada de lluvias, sobre todo en la región agrícola del Sur. Las lluvias de abril a junio son fundamentales para la agricultura. Este año no ha llovido apenas y la humedad ya fue inferior a la media en zonas de kenia, Etiopía, Yibuti y Somalia en los últimos meses de 2010. La consecuencia ha sido la pobreza de las cosechas, la muerte del ganado y la desnutrición severa de las personas que están muriendo de hambre. El año 2011 está resultando uno de los más secos desde 1950.
Además está la guerra que dura dos décadas y que ya había debilitado a la población. Aunque al principio se dijo que los rebeldes permitían la llegada de ayuda a sus territorios no es así. Mantienen la política de «fronteras cerradas» y no permiten el sobrevuelo de aviones de abastecimiento y las trabas administrativas cortan el paso a las agencias internacionales.
Los centros nutricionales de Médicos Sin Frontera, están muy por encima de su capacidad, en algunos están recibiendo hasta siete veces más pacientes de lo habitual. El director general de MSF, Aitor Zabalgoeazkoa, señala que están dando tratamiento nutricional a más de 3.000 niños menores de 5 años en Somalia en unos 600 centros terapéuticos intensivos y a más de 2.500 en centros ambulatorios.
La comisaria europea de ayuda humanitaria, Cristalina Georgieva, que se encuentra en Kenia ha anunciado una ayuda de 27,8 millones de euros que se unen a los 70 millones de euros que ya se habían destinado este año a la región. Ha pedido una «respuesta sin precedentes para una crisis sin precedentes» que está afectando a 11 millones de personas. La ONU pide con urgencia 7.900 millones de dólares para aliviar la situación.