El último informe de Bruselas sobre los potenciales candidatos a la adhesión frustraba las aspiraciones de Bosnia-Herzegovina de acercarse a Europa, precisamente por la falta de un gobierno estable a nivel estatal y de un proceso creíble de armonización de la Constitución bosnia con la Convención Europea de Derechos Humanos.
La formación del nuevo gobierno presumiblemente salvará estos obstáculos porque implica también un acuerdo para acometer las reformas políticas necesarias. El líder serbio de Bosnia, Milorad Dodik, dijo tras la firma del acuerdo que «Bosnia podrá pedir el estatuto de candidato a la Unión Europea».
Los seis partidos de las tres comunidades que integran el país han decidido que sea primer ministro un miembro de la formación croata y que se repartan entre los demás los nueve ministerios del ejecutivo.
«Este acuerdo demuestra el alto nivel de confianza que se ha establecido entre nosotros. Creemos que es el camino a seguir para intentar estabilizar la situación económica y política de Bosnia», señaló el líder croata, Dragan Covic.
Desde el final de la guerra, que dejó 100.000 muertos entre 1992 y 1995, Bosnia-Herzegovina ha estado compuesta por dos entidades, una Federación croato-musulmana y la República Srpska, una división que la UE exigía superar.
Ahora, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y el comisario de Ampliación, Stefan Fule, han mostrado en un comunicado su satisfacción por el acuerdo alcanzado y piden a los nuevos responsables bosnios que den pasos concretos en el camino hacia la UE.