Se ha cumplido el ritual. La Filarmónica de Viena ha celebrado el Año Nuevo dirigida por el argentino nacionalizado israelí Daniel Barenboim. Es la segunda vez que el director recibe la invitación de la orquesta, la primera fue en 2009, en un reconocimiento a los 25 años de colaboración de la formación musical con el actual Director General Musical de la Ópera Estatal de Berlín y «por todas sus aportaciones artísticas, así como por el reconocimiento mundial de su coraje personal por construir puentes y reconciliar lo irreconciliable».
Este concierto se creó para animar a la población austriaca en la posguerra mundial y para darle esperanza de que llegarían tiempos mejores. La televisión ha hecho que ese propósito llegue ahora a millones de personas en todo el mundo.
Al programa confeccionado con un variado repertorio de las composiciones de la familia Strauss y sus contemporáneos le siguen tres bises. En la segunda repetición la orquesta interpreta el tradicional vals «El Danubio Azul». En los primeros compases, como en un bien ensayado espectáculo, el público estalla en aplausos y el director de la orquesta aprovecha para felicitar el Año Nuevo en su nombre y en el de la orquesta.
En la tercera repetición se interpreta una pieza que nunca figura en el programa: «La Marcha Radetzky» de Johan Strauss, que el público acompaña con sus palmas también dirigido por el director de la orquesta.
En 2005 no se interpretó esta pieza por respeto a las víctimas del tsunami del 26 de diciembre de 2004 en Asia.
En la retransmisión televisiva se emiten secuencias filmadas con antelación relacionadas con las piezas musicales. Desde 2007 se incluyen actuaciones de ballet grabadas e interpretadas por bailarines del Ballet Estatal de Viena y otras estrellas internacionales invitadas especialmente.
Las miles de flores ( en 2011 fueron 30.000) que adornan el teatro son un regalo que la ciudad italiana de San Remo hace desde 1980.
Un concierto muy bien vestido
Grandes diseñadores han firmado el vestuario de los bailarines que intervienen en el concierto coreografiados por Ashley Page. Este año le ha correspondido el honor a una de las creadoras más revolucionarias, la británica Vivienne Westwood. Antes que ella han diseñado el vestuario para el ballet Coco Chanel o Valentino.
El próximo año dirigirá la orquesta el indio Zubin Mehta. Es su quinta vez, la orquesta que es quien elige de forma democrática al director para este concierto ha tomado la decisión «no solo porque es uno de los más grandes directores de nuestra época, sino también porque es un humanista». En la actualidad Mehta es el director artístico de la Orquesta Filarmónica de Israel.
Si están pensando asistir algún año al concierto de Año Nuevo deben saber que tienen que ponerse en marcha nada más comenzar el año. Solamente se venden dos entradas por persona y eso si un sorteo previo se lo permite. La inscripción para el concierto del año siguiente es entre el 2 y el 23 de enero de cada año, también habrá un sorteo para el ensayo general el día anterior. Tras las tres semanas de inscripción se sortean las entradas y los elegidos reciben una notificación antes del mes de marzo.