«La inseguridad alimentaria y el conflicto van de la mano», ha afirmado señalando que los fenómenos climáticos extremos, los problemas de África y Oriente Medio y ahora el brote de Ébola en África occidental tienden a extenderse más allá de las fronteras nacionales y hacia otras regiones en un mundo globalizado, a menudo a través de la migración forzada.
«Los cruces fronterizos ilegales son un tema de preocupación en Europa y otras partes del mundo», ha dicho Graziano da Silva en la cumbre informal de ministros de Agricultura de la Unión Europea en Milán. «Es nuestra responsabilidad común ayudar a construir alternativas. Y el desarrollo agrícola y rural sostenible en los países de origen tiene que estar en la base», ha añadido.
Graziano insta a los ministros de la UE a considerar la malnutrición como un problema público que requiere una acción concertada.
«El hambre es la cara más deplorable de la desnutrición, pero no es la única», y señala que el 5 por ciento de la actividad económica mundial se pierde anualmente y que más de 2.000 millones de personas sufren de desnutrición, deficiencias de micronutrientes o hambre oculta, que pueden manifestarse en forma de obesidad.
Para Graziano da Silva, la agricultura es una parte fundamental de los esfuerzos para mejorar la malnutrición,