El Producto Interior Bruto (PIB) ha bajado en muchos de los países de la eurozona excepto en Alemania que ha crecido un débil 0,1 por ciento en el primer trimestre de este año. La economía de los diecisiete países que tienen el euro como moneda ha caído un 0,2 por ciento.
Un dato peor de lo que los expertos esperaban, pero con 19 millones de parados, los Estados miembros ajustando cada vez más sus presupuestos y muy pocas expectativas de que los jóvenes encuentren trabajo no parece que esté en vías de solucionarse.
En cuanto a la economía española sigue en la recesión en la que entró a finales de 2011. Se contrajo un 0,5 por ciento en el primer trimestre de 2013, aunque ha habido una ligera mejoría desde el último trimestre de 2012 cuando cayó un 0,8 por ciento.