El Banco Central Europeo avisa de que cualquier quiebra parcial de Grecia desencadenará una nueva crisis similar a la provocó la caída del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008. Sin embargo, los países de la eurozona no parecen ver otra salida. «El BCE ha dicho que reafirma su posición, pero los 17 ministros ya no lo excluyen, así que tenemos más opciones con las que trabajar», ha dicho el ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager. En su opinión, «decir que por un lado queremos una participación sustancial del sector privado y por otro evitar en todo momento un impago parcial era contradictorio».
Precisamente Holanda y Alemania son los países que se resistían a celebrar otra cumbre, a la vista de la falta de consenso entre los 17, pero los ataques de los mercados sobre Italia y España, sobre todo, han obligado a preparar la cumbre para el próximo viernes. En una nota oficial, el Eurogrupomantiene que debe evitarse un impago parcial por parte de Greciay el BCE ha amenazado con no aceptar deuda griega si se produce.
Para evitarlo, formalmente se mantiene la idea de la recompra de bonos griegos por parte de los bancos privados y el Eurogrupo, a cambio, se compromete a flexibilizar el fondo de rescate, algo ya anunciado y luego retirado ante la oposición de Alemania y Holanda.
Todos dan por hecho que no se concretará la fórmula hasta septiembre, aunque la presión de los mercados marcará los tiempos. «Somos plenamente conscientes de que estamos en una fase muy grave de la crisis de deuda que exige una respuesta global y sistémica», ha admitido el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.