Entre 2005 y 2009, los países socios de la UE han utilizado la orden europea de detención y entrega, que sustituye a los procesos de extradición, en 54.689 ocasiones, lo que permitió el traslado de 11.630 presuntos delincuentes de un Estado a otro de la Unión. Bruselas cree que se hace un uso excesivo que debería restringirse a los casos realmente graves.

«Dadas sus importantes implicaciones para los derechos fundamentales, las órdenes de detención europeas no deberán expedirse de manera mecánica o automática para delitos que no sean muy graves, tales como el robo de bicicletas», ha dicho la comisaria de Justicia e Interior, Viviane Reding.

La comisaria cree que la euroorden es un instrumento clave en la lucha contra la delincuencia, pero para aumentar su eficacia, pide a los gobiernos nacionales que creen un clima de confianza entre sus sistemas judiciales.

La orden europea de detención y entrega, en vigor desde 2004, ha permitido sustituir procesos de extradición que se demoraban durante un año de media por plazos de 16 días, si el sospechoso aceptar entregarse, o 48 días cuando se niega a hacerlo.

Según Bruselas, con ese procedimiento, se ha capturado en Italia a un terrorista frustrado de Londres, un asesino en serie alemán en España, un presunto traficante de drogas de Malta en Reino Unido, una banda de ladrones de Italia arrestados en seis países diferentes de la UE o una gran red de robo de mercancías transportadas por autopista, desmantelada en cinco países. Polonia es el país que más euroórdenes ha dictado (4.844) seguido de Alemania. España ocupa el octavo lugar, con 489.

Las declaraciones de Viviane Reding se producen cuando los ministros de Justicia discuten la creación de nuevos protocolos que permitan a la policía y a los jueces buscar pruebas fuera de las fronteras nacionales. Grupos defensores de los derechos humanos, que ya critican la orden de detención europea, temen que las nuevas medidas incidan en abusos contra los ciudadanos.