La eurodiputada socialdemócrata sueca Asa Wstlund, autora del informe, sostiene que «aunque no tengamos todas las respuestas, sabemos lo suficiente para regular estas sustancias de acuerdo con el principio de precaución». En su opinión, es necesario tomar medidas para proteger a los grupos más vulnerables, como niños, jóvenes o mujeres embarazadas.
El sistema endocrino regula gran parte de lo que sucede en el cuerpo, incluyendo la reproducción, la inmunidad, el metabolismo y el comportamiento. Sin embargo, su funcionamiento puede ser alterado por sustancias químicas conocidas como perturbadores endocrinos como hormonas esteroides, algunos pesticidas, bifenoles policlorados (PCB), dioxinas y aditivos plásticos.
El informe alerta de que esos perturbadores pueden causar descenso de la calidad y cantidad de los espermatozoides, malformaciones congénitas, aumento de los cansos de cáncer, retrasar o adelantar el desarrollo sexual, autismo o hiperactividad.
Westlund dice que «ya es hora de adoptar una iniciativa política» y que su informe «pretende identificar cómo debemos abordar el tema». Entre sus propuestas, establecer criterios concretos para decidir qué sustancias son perturbadores endocrinos y cuáles no lo son, incluir pruebas de identificación en la legislación de la UE sobre productos químicos y añadir los perturbadores endocrinos, como sustancias extremadamente preocupantes, en la regulación comunitaria de productos químicos REACH.