La crisis ha obligado a muchos países a tomar medidas contra las «cuentas b», ya que buscan consolidar los presupuestos y fomentar la recuperación, según un informe publicado por Visa Europa. Una muestra de los esfuerzos de los gobiernos de toda Europa para encontrar maneras innovadoras e inteligentes de hacer frente a sus déficits fiscales luchando contra la economía sumergida y no sólo recurriendo a aumentos de impuestos o recortes de beneficios.
En el informe se señala que el dinero negro ha disminuido en relación a los últimos 10 años. Aun así llega casi al 30 por ciento del PIB en Bulgaria, Croacia, Lituania y Estonia, llega casi al 30% y se sitúa entre el 8 y el 10 en Suiza, Austria, Holanda y Finlandia. Las economías más importantes de la UE superan esa cifra. Alemania (13%), Francia (10%), Reino Unido (10%), Italia (21%) y España (19%).
Se calcula que dos tercios de la actividad económica no son declarados por las empresas. Los sectores particularmente asociados con este tipo de práticas ilegales son: construcción, comercio, manufactura, turismo y transporte. En España la construcción (29%) sigue siendo el sector que mueve más dinero negro, seguido de la restauración (19%), Comercios (18%) e Industria (16%). La mayoría de estas actividades se concentran en las pymes.
El informe de Visa apunta que los pagos electrónicos reducirían un 10 por ciento el dinero negro, lo que supondría unos 200.000 millones de €. En ese sentido recuerda que Rumanía ha reducido parte de su economía sumergida desde que se estableció un sistema nacional de puntos de venta y se facilitó el pago de impuestos en línea a través de tarjetas bancarias en los últimos años. Steve Perry, de Visa Europe defiende que «los gobiernos hagan esfuerzos concertados para reducir el impacto distorsionador de la economía sumergida en Europa, concentrando potenciando los pagos electrónicos».
Aunque no lo señala el informe, también hay muchas dudas sobre los pagos con tarjetas de crédito. La Comisión Europea ha iniciado una investigación contra Mastercard por sospechar que ciertas comisiones interbancarias que aplica en el pago de tarjetas restringen la competencia, lo que vulnera la normativa comunitaria y provocan un aumento de costos en perjuicio de los consumidores. También examina las prácticas de su rival, Visa. El 40% de los pagos de las empresas y consumidores europeos se realizan con tarjetas. Bruselas va a proponer un reglamento sobre las comisiones interbancarias ligadas a los pagos con tarjeta cuyo objetivo será garantizar la seguridad jurídica y la existencia de reglas de juego equitativas para todos los proveedores en el conjunto de la UE. Para la CE, las comisiones interbancarias son generalmente trasladadas a los comerciantes, lo que genera tasas más altas para ellos y este comportamiento puede ralentizar o reducir el negocio transfronterizo y perjudicar a los consumidores de la Unión Europea (UE).