Muamar el Gadafi ha emprendido una lucha personal contra Suiza que ha extendido a todos los países islámicos.
Cree que Suiza es un estado «infiel» y «obsceno» que está «destruyendo las mezquitas» por lo que insta a la yihad -guerra santa- contra el país alpino por todos los medios. Gadafi amplió su pensamiento «Permitidnos luchar contra Suiza, el sionismo y las agresiones extranjeras» y lo justificó diciendo que la yihad «no es terrorismo», a diferencia de las acciones de Al Qaeda, que calificó como «una especie de crimen y una enfermedad psicológica».
Las declaraciones las hizo ante decenas de diplomáticos de países musulmanes que acudieron a una ceremonia en conmemoración del nacimiento del profeta Mahoma.
Antes de estas declaraciones dos ciudadanos suizos fueron detenidos en Libia por presuntas irregularidades en sus pasaportes. Uno de ellos ha sido puesto en libertad pero el otro ha comenzado a cumplir una pena de 4 meses de prisión. La reacción de Suiza no se hizo esperar, como miembro del espacio Shengen vetó el visado para territorio comunitario a la cúpula del Gobierno libio, incluidos el coronel y su familia.
En respuesta Libia niega el visado para todos los ciudadanos de los 25 países que conforman el territorio Schengen.
El contencioso entre Trípoli y Berna se remonta a 2008 cuando un hijo del coronel Gadafi, Hannibal, fue detenido en Ginebra acusado de maltratar a dos empleadas domésticas. Poco después quedó en libertad y se retiraron los cargos contra él, pero Libia suspendió los intercambios comerciales con Suiza y retiró gran cantidad de dólares que tenía en bancos del país helvético.
Por otra parte, Suiza celebró un referéndum el pasado 29 de noviembre en el que se decidió prohibir la construcción de minaretes en las nuevas mezquitas, de ahí la alusión de Gadafi a la destrucción de mezquitas.
La Alta representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, ha dicho que son comentarios «poco habituales» y que se hacen en un «momento inoportuno en el que la UE trabaja intensamente con Suiza para encontrar una solución diplomática» al contencioso de los visados.
La ONU ha considerado que las declaraciones de Gadafi son «inadmisibles».