El proyecto del Servicio diplomático Europeo (SEAE), ha sido presentado este jueves después de muchos tira y afloja entre las distintas instituciones de la UE reacias a ceder parcelas de poder.
Uno de los principales puntos de fricción ha sido por el control de la política de desarrollo y sus 30.000 millones de euros de presupuesto que hasta ahora ha gestionado la Comisión Europea.
El acuerdo al que han llegado prevé que Ashton ejerza una «supervisión estratégica» sobre la política de desarrollo aunque en colaboración con el comisario de Desarrollo o el de Ampliación, según el caso.
A largo plazo tendrá hasta 7.000 miembros, entre los que se incluye el personal de las 137 delegaciones que la UE tiene en todo el mundo que realizarán la mayor parte de las funciones diplomáticas que hasta la entrada en vigor del Tratado de Lisboa ejercían las presidencias de turno.
Según el documento presentado por la Alta Representanten habrá «presencia significativa» de todos los Estados miembros, «equilibrio geográfico» y de género.
El nombramiento de los responsables de las delegaciones y de sus adjuntos será por concurso abierto, con un comité de selección integrado por las instituciones europeas. Los países harán una primera criba al proponer a los candidatos. Aunque será la Alta representante la que tendrá la última palabra en la elección y en el nombramiento.
La propuesta que ha presentado Catherine Ashton tiene que ser aprobada por el Consejo, que representa a los Gobiernos de los veintisiete y por el Parlamento Europeo. La idea es que se apruebe el próximo mes de abril.