Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 tienen este viernes sobre la mesa en Bruselas el reconocimiento que ha hecho Francia del Consejo Nacional Libio y la carta que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el premier británico, David Cameron les han dirigido instándoles a dar el mismo paso.
Sarkozy tomó la decisión después de recibir a Mahmud Jabril, jefe del comité de crisis libio, y a Ali Essawi, ministro de Exteriores del organismo rebelde. La ciudad de Bengasi, donde tiene su sede, fue un clamor cuando se conoció la noticia.
El presidente francés y el primer ministro británico han pedido el cese del dirigente libio, Muamar el Gadafi, y han instado a los países de la UE a reconocer al Consejo Nacional Libio. En una carta conjunta que han dirigido al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, condenan la violencia «inaceptable» que se está registrando en Libia, condenan también el empleo de la fuerza militar contra civiles, advierten de que estos hechos podrían ser constitutivos de crímenes de guerra y respaldan la creación de un gobierno interino de transición capitaneado por el Consejo Nacional Libio.
Por su parte Alemania, muy reticente a cualquier acción militar , llega también al Consejo con medidas tomadas. Ha congelado las cuentas del Banco Central de Libia y la Autoridad Libia de Inversiones que controla Gadafi.