Muchos de los cambios positivos que se han hecho este año en países de la UE y en relación a los derechos humanos han sido como consecuencia de sentencias judiciales no como decisiones de los líderes políticos. El Informe Mundial 2013 de la organización Human Rights Watch, en la parte correspondiente a Europa, señala casos de poca observancia de los derechos humanos en materia de migración, asilo, discriminación e intolerancia, y lucha contra el terrorismo.
El informe de HRW señala el deterioro de los derechos humanos en Hungría, que ha ignorado reiteradamente las recomendaciones de la UE y del Consejo de Europa en cuanto a respetar la libertad de los medios de comunicación o la independencia del poder judicial. También en otras regiones, las instituciones y los Estados miembros no han conseguido que se cumplan los compromisos que establece la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, sobre todo cuando los afectados han sido grupos marginados o segregados como los gitanos, los migrantes o personas que piden asilo.
«Resulta llamativo que muchos de los cambios positivos de este año se hayan producido como resultado de sentencias judiciales», dice Benjamin Ward, subdirector de la División de Europa y Asia Central de Human Rights Watch. «Si Europa piensa realmente ejercer su liderazgo en lo que respecta al reconocimiento de derechos en el exterior, sus gobiernos deben comenzar a adoptar medidas positivas para proteger los derechos en el ámbito interno».
En el informe, HRW hace una evaluación de los avances que se han conseguido en derechos humanos en más de 90 países e incluye un análisis de la situación tras la Primavera Árabe. Los ciudadanos sirios que huyen de la violencia no han encontrado en Europa un lugar de acogida y además muy diferente de unos países a otros. Alemania ha otorgado medidas de protección temporal, mientras que Grecia los ha detenido e incluso deportados.
Muchos de los que pedían asilo, entre ellos niños sin acompañar, han debido soportar numerosos obstáculos en la tramitación o verse devueltos.
Algunos países como Reino Unido han puesto las medidas contra el terrorismo por encima de los derechos humanos . En el caso de complicidad con torturas en el extranjero o en la implicación en busos cometidos por la CIA, Reino Unido, Polonia y Lituania han sido muy reticentes a que sus funcionarios rindan cuentas.
En muchos lugares la recesión y las medidas de austeridad han propiciado la violencia contra los inmigrantes. En Grecia, Italia, Hungría y otros países la policía y la justicia np han respondido con firmeza ante los actos violentos contra inmigrantes y minorías, en los que hay que incluir a la población gitana.
Ward hace hincapié en que «La relación entre la crisis económica, la intolerancia y el apoyo a partidos extremistas es compleja». «Sin embargo, combatir la violencia y la discriminación es un paso crucial para impedir que el tejido social se siga desintegrando».
En una encuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea se ve que los gitanos continúan viviendo en la UE en condiciones de indigencia y exclusión social, y que han sido desalojados sistemáticamente de campamentos en Italia y Francia. El informe deja constancia de que una campaña que Francia llevó a cabo el verano de 2012 para desalojar y deportar a romaníes inmigrantes fue denunciada por expertos de la ONU, mientras que la Comisión Europea sólo señaló que seguiría examinando la cuestión. También Rumanía ha desalojado a gitanos sin ofrecerles viviendas alternativas.
En Francia, Alemania, Grecia, Italia, países Bajos y España la policía de fronteras ha aplicado criterios étnicos selectivos.