En España predominan los chorizos y no solo lo hacen en forma de ricos embutidos o políticos corruptos. También en algo tan antiguo como el pillaje y el robo en las tiendas más visitadas. Al menos esta es la conclusión que se extrae de un informe llevado a cabo por las empresas CheckPoint y Euromonitor Internacional en el denominado Barómetro Mundial del Hurto.
Realizado con datos de 157 empresas de 16 países, engloba las críticas y las malas experiencias de más de 160.000 tiendas. Y es que el pequeño y mediano comercio no solo es uno de los grandes damnificados por la crisis económica y la agresiva competencia de las grandes cadenas, también lo es por culpa de los robos. El informe desvela el aumento de la delincuencia organizada, que perpetra en torno al 5 % del total de los hurtos.
En Europa, España se sitúa a la cabeza en el robo de bebidas, alimentos y artículos de cuidado personal y de belleza. Le siguen, Francia y Holanda. Suben las sustracciones de artículos por «clientes» pero disminuyen las realizadas por los trabajadores de las mismas tiendas por miedo a quedarse sin empleo.
En España este tipo de tiendas venden al año un total de 186.900 millones de euros, mientras que las desapariciones de productos, también denominadas pérdidas desconocidas, y efectuadas por clientes, trabajadores o proveedores fraudulentos alcanzan los 2.617 millones. Esto equivale al 1,4 % de las ventas totales. Desglosando los datos, el 50% de la 'pérdida desconocida' corresponde a hurtos externos, el 27 % a hurtos de empleados, el 5 % proveedores que «sisan» y el 18 % a errores administrativos.
En el plano internacional, los peor situados son México y Brasil, donde se roba el 1,6 % del total de las ventas. Les siguen de cerca Estados Unidos, Argentina y China (1,5%), Bélgica e Italia (1,3%), Portugal y Reino Unido (1,2 %), Alemania, Hong Kong y Australia (1,1 %) y cierra la lista Japón con un 1 %.