Faltan aún tres años para que haya una nueva Política Agrícola Común (PAC) en la UE, pero el debate está ya caliente y cada socio presenta sus armas. En un Consejo informal celebrado en las afueras de Bruselas, los 27 han constatado sus diferencias de criterios, pero han subrayado una idea común: la crisis económica ha hecho varíar las posturas anteriores y la PAC seguirá teniendo un peso importante en el presupuesto comunitario.
Ahora el campo europeo consume más del 40% de los fondos comunitarios. El año pasado se llevó casi 60.000 millones de euros. Y sólo hace tres años se daba por sentado que Europa caminaba ya por otros sectores y había que reducir la importancia de la agricultura en la siguiente reforma, que entrará en vigor en 2014.
Sin embargo, los ministros de agricultura han confirmado que, tras la crisis, nada es igual y han apostado por mantener la estructura actual. Una declaración conjunta de Francia y Alemania abrió el fuego la semana pasada al reclamar una PAC con peso, con ayudas directas y con regulación de las fluctuaciones de precios de las materias primas para no perjudicar a los agricultores. Ambos países y España son los principales receptores de fondos agrícolas.
Y ahí el consenso se quiebra, aún sin definir cantidades. Reino Unido, Suecia, Holanda y otros países nórdicos, que no tienen un importante sector agrícola, consideran que no se puede mantener una política proteccionista y que las ayudas directas deben desaparecer y pasar a ser cofinanciadas. Los países del Este entienden que la propuesta de Francia y Alemania sólo les beneficia a ellos.
España pide que se mantenga una PAC similar a la actual, pero con más margen para responder a situaciones de emergencia. «Ante graves crisis de mercados, quizá fuera necesario una flexibilidad o un instrumento de reserva que permitiese hacer frente a intervenciones temporales», ha dicho la ministra Elena Espinosa. España recibió en 2009 fondos por valor de casi 7.500 millones de euros.
La PAC se basa ahora en dos pilares fundamentales: pagos directos a los productores y desarrollo rural con políticas cofinanciadas por los Estados miembros. La Comisión europea, de momento, no entra en el debate, pero presentará en noviembre su primera propuesta de reforma, basada en la alimentación, la gestión de los recursos y los territorios, según ha dicho el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos. El ejecutivo comunitario tendrá que buscar fórmulas de compromiso que satisfagan a los 27 durante 2011. Desde entonces los Estados y el Parlamento europeo dispondrán de año y medio para alcanzar un acuerdo. euroXpress