La ONU anuncia que antes de 2015, plazo fijado, se alcanzarán tres de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Para esa fecha se habrá reducido la pobreza extrema, la falta de vivienda y el acceso al agua. El informe presentado en la sede neoyorkina de este organismo internacional añade que a pesar de eso, pesisten importantes brechas en el área de la salud materna.
El informe de los ODM 2012, realizado por la propia ONU (Organización de las Naciones Unidas) también señala que la crisis financiera socavó el progreso de muchas de las otras metas. «Algunos de los desafíos más grandes siguen siendo difíciles. Eso no significa que nos demos por vencidos», apunta el ex subsecretario general de la ONU para el desarrollo económico, Jomo Kwame Sundaram.
Basándose en datos compilados por más de 25 agencias de la ONU y organizaciones internacionales, el informe presenta un panorama complejo y a veces contradictorio. «Soy un poco escéptico sobre la información obtenida. Por ejemplo, ¿cómo entendemos una situación en la que la pobreza parece disminuir y aumenta el hambre?», señala Sundaram. La línea oficial de pobreza, fijada por el Banco Mundial, es de un dólar diario de ingreso por persona. Esta decisión fue «cómoda» y «arbitraria», comenta, porque «un dólar puede ser suficiente para comprar comida en India, pero no en Brasil».
Francesca Perucci, jefa de la sección de planificación y desarrollo de la ONU, dice que «algunos países en desarrollo, debido a sus escasos recursos, aún afrontan algunos desafíos para asegurar que los programas destinados a reunir información sean realizados en forma regular». Por lo tanto, «dependen en gran medida de estudios auspiciados o realizados por organizaciones internacionales».
Visión general por región
Asia oriental es la región con los mayores progresos de promedio. China registró un avance destacado en la reducción de la pobreza. Ese flagelo pasó de afectar a un 60 por ciento de los habitantes de ese país en 1990 al 13 por ciento en 2008. «A pesar de que la desigualdad aumentó en China, el crecimiento fue tan rápido que todos estaban mejor», explica Sundaram. Sin embargo, China aumentó sus emisiones de dióxido de carbono de 3.000 millones de toneladas en 1990 a 8.300 millones en 2009. El resto de Asia sudoriental alcanzó la meta de asegurar igualdad de género en la educación primaria, secundaria y terciaria.
El Norte de África (Sahara occidental, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto) también tuvo un buen desarrollo. Por ejemplo, se registró una disminución en la proporción de población urbana que habita en asentamientos precarios, pasando de 20 por ciento en 2000 a 13 por ciento en 2012. África subsahariana presentó una gran mejora en mortalidad materna, pasando de 850 fallecimientos por 100.000 nacidos vivos en 1990 a 500 en 2010. Sin embargo, estos resultados aun están lejos de la meta que se quería conseguir en 2015. Además, esta región sigue teniendo la tasa más alta de natalidad entre madres adolescentes (de 15 a 19 años).
América Latina y el Caribe redujo a la mitad la proporción de personas pobres, que ganan menos de 1,25 dólares al día, alcanzando así la meta antes de 2015. Pasó de tener el 12 por ciento de su población en esta situación en 1990, a solo el seis por ciento en 2008.
El indicador relacionado con el hambre se ve afectado por los precios de los alimentos, entre otros factores, apunta la responsable de planificación y desarrollo de la ONU. Francesca Perucci explica que «se necesita hacer más, sin duda, para entender mejor todas las dimensiones de la pobreza. Y la pobreza medida solo por ingresos no ofrece una imagen real de las privaciones que sufren aquellos que no tienen satisfechas sus necesidades básicas».
Según el informe presentado este lunes por la ONU, la cantidad de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día en el mundo se redujo de un 47 por ciento de la humanidad en 1990 al 24 por ciento en 2008 (que son los datos más recientes). Si continúa este ritmo, la tasa de pobreza extrema a nivel mundial será inferior al 16 por ciento en 2015.
El agua es otro campo en el que se obtuvieron resultados positivos. La suma de personas que tenían acceso a este recurso equivalía al 76 por ciento de la humanidad en 1990, mientras que en 2010 creció hasta cubrir a casi un 90 por ciento. Se calcula que para 2015, la cobertura llegará al 92 por ciento de la población mundial, lo que significa que la meta se podrá alcanzar.
Finalmente, el objetivo de conseguir «una significativa mejora en la vida de al menos 100 millones de personas que habitan en asentamientos precarios» tuvo resultados mezclados. Según el informe, la proporción de personas que viven en tugurios cayó del 39 por cien en 2000 al 33 por ciento en 2012. Esto significa que más de 200 millones de personas obtuvieron acceso a mejores fuentes de agua, instalaciones sanitarias y viviendas. No obstante, el número absoluto de habitantes de asentamientos precarios ha continuado creciendo, debido fundamentalmente a la intensa urbanización. Actualmente hay unos 863 millones de personas en el mundo que viven en asentamientos precarios, frente a los 760 millones que había en 2000.
Por otro lado, la salud materna es la meta que experimentó menos avances. Reducir las muertes y mejorar la salud reproductiva de las mujeres requiere de diferentes intervenciones, incluyendo asegurar el transporte a los hospitales, ofrecer profesionales capacitados y garantizar un mínimo de cuatro visitas al médico como parte del cuidado prenatal, que son las que recomendaciones básicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La responsable de planificación y desarrollo de la ONU insiste en que «hay progresos visibles en la provisión de algunos servicios de salud reproductiva, aunque no tan rápidos como en otras áreas de los ODM».
Perucci recuerda que «aunque se alcance algunas metas en 2015, el trabajo no estará terminado». «Los ODM han demostrado ser un importante marco para el desarrollo, y será la base sobre la cual construir la agenda a partir de 2015». Cada uno de los ocho Objetivo del Milenio tiene diferentes metas para cumplir. En total, son 21 medidas que se analizan a través de 60 indicadores.