La situación en las zonas rurales de España es muy diferente de unos lugares a otros. Hay regiones en el norte, como Navarra o Cantabria, donde el paro es bastante menor que la media nacional. En el norte la tasa de desempleo en conjunto es del 15,4 por ciento. En el país Vasco, por ejemplo, es un 40 por ciento menor que la media nacional.
Según Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT en Madrid, «el secreto se encuentra en el modelo de producción», en las zonas rurales donde se construyó más y la burbuja inmobiliaria se hizo más grande, la crisis es mayor.
Steve Tobin, economista de la OIT dice que «Antes de la crisis, muchos trabajadores estacionales solían emplearse en los campos en el verano y en el sector de la construcción durante el resto del año. Sin embargo, debido al colapso del sector de la construcción, que fue uno de los más afectados por la crisis, en la actualidad están desempleados durante la mayor parte del año».
La OIT, explica en su informe que en las principales ciudades de España, se desencadenaron las protestas y se desarrolló el movimiento de los «Indignados». Ese descontento se ha ido extendiendo por las zonas rurales, especialmente de Andalucía donde se ha dado un curioso fenómeno que ha dado la vuelta al mundo. Los agricultores andaluces han protagonizado protestas simbólicas que van desde ocupación de tierras a saqueos en supermercados de alimentos de primera necesidad.
La OIT ve una relación entre el aumento de las protestas en las zonas rurales y la tensión social originada por la crisis. Una gráfica muestra el incremento constante de tensión entre 2006 y 2011, con un pico en 2009.
En las zonas rurales, el desempleo se incrementó del 8,3 por ciento en 2007 a más del 26 por ciento en 2012, mientras que en las ciudades pasó del 8,3 por ciento en 2007 al 24 por ciento durante el mismo lapso.
Esto significa que la crisis está agudizando las diferencias campo-ciudad. Otro tanto ocurre entre norte y sur, mientras que en el norte la tasa de paro es del 15,4 por ciento en Andalucía es del 32,8 por ciento (muy por encima del 25 por ciento de la media nacional).
El director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT (IIEL), Raymond Torres, explica que en un informe reciente sobre la Crisis de empleo en la eurozona, ya dejaban claro que las medidas de austeridad no han logrado estimular la economía y la creación de empleo, y han hecho poco para mejorar las finanzas públicas. «El caso de España demuestra que es necesaria una estrategia de crecimiento y de empleo», afirma.
Torres explica que España tendrá que cambiar hacia un nuevo modelo de crecimiento económico más equilibrado, basado en las exportaciones y en los empleos de calidad. «No es una tarea fácil y llevará tiempo -dice Torres- Pero la experiencia española de crisis anteriores demuestra que, con suficiente determinación política y con la participación de los interlocutores sociales, puede realizarse».