Las cárceles europeas, y por lo tanto los reclusos, también han sufrido recortes presupuestarios en toda Europa. La comida, el alojamiento, la formación, la construcción y remodelación de centros penitenciarios o las actividades deportivas en estos recintos, han sido algunas de las partidas que los gobiernos han reducido, y que ha recogido el informe anual del Consejo de Europa, Space 2013. Según este organismo europeo, en 2012 se destinó una media de 97€ por recluso, dos euros menos que en 2007, aunque hay muchas disparidades entre países.
Los países más afectados por la crisis, han sido los que más han reducido sus presupuestos en este campo. El Consejo de Europa señala que «la crisis económica ha obstaculizado la mejora de las condiciones de vida en las prisiones», y constata que en 2012, las 45 administraciones penitenciarias analizadas, destinaron 26.000 millones de euros para las cárceles. Durante el periodo analizado, (2007-2012), los años más profundos de la crisis, ha aumentado un 2,7% el número de presos.
En el análisis realizado por la Universidad de Lausanne, se resaltan las enormes diferencias entre los países del Norte, el Sur y el Este de Europa, que son los que presentan más deficiencias. Suecia destinó en 2012, 317 euros por detenido y día, Noruega 283, Holanda 273 y Dinamarca 186. España con 66 euros por preso y día, es uno de los que menos dedica a éste capítulo. Francia se situó ligeramente por debajo de la media europea (96,77 euros), mientras que Alemania destinó 116 e Italia 128 euros. Muy lejos de ellos está Rusia, con 2,17€ y los países del Este, que excepto Eslovenia y la República Checa, no llegan a los 30 euros por preso en cada país.
Un dato positivo es que se ha reducido la población carcelaria, pasando de 1.735.000 presos en 2012 a 1.679.000 en 2013, lo que ha aligerado la superpoblación en las prisiones del continente. Se ha pasado de una media de 99,5% de 2011 a 96 detenidos por cada 100 plazas en 2013. Aunque países como Francia, Italia, Bélgica, Hungría y Rumanía siguen teniendo superpoblación reclusa. Para continuar con esta tendencia el Consejo de Europa recomienda reemplazar las penas de cárcel por «medidas sustitutivas», destinadas a facilitar la reinserción de los presos. El 18% de los reclusos estaban condenados por delitos relacionados con las drogas, el 15,9% por robo, el 13,5% por robo con violencia y el 11,6% por homicidio.
La edad media de los presos es de 34 años, y solo el 4,7% son mujeres y el 14,1% extranjeros, una cifra que llega al 30% en los países más ricos de Europa y al 2% en el Este. Space, el informe elaborado por el Instituto de Criminologia de la Universidad de Lausanne recoge también el aumento de la mortalidad en los centros de reclusión, que en 2012 fue de 28 muertos y 5,4 suicidios por cada 10.000 presos.