El SPD seguirá gobernando en Berlín, tras haber conseguido el 28,4% de los votos. La cuestión ahora es con quién. Las mayores posibilidades las tienen Los Verdes que ganan seis escaños y alcanzan el 17,6. El partido de La Izquierda baja y se queda en un 11.6% de los sufragios.
Los resultados de la coalición en el gobierno federal son dispares. La CDU de Merkel se queda lejos del ganador con un 23,2%, aunque mejora sus resultados anteriores. El batacazo es para sus socios de gobierno, los liberales del FDP, que apenas han llegado a conseguir un 1.8%.
La sorpresa la ha dado el Partido Pirata, que entra en el parlamento berlinés con un 9 % de los sufragios. Todo un éxito para una organización política menor que, a sus reivindicaciones sobre el uso de Internet, ha sumado peticiones de transparencia en la gestión de gobierno y justicia social en las políticas, con lo que se ha ganado el voto de los indignados de la capital alemana.
Los comicios se prestan a distintas interpretaciones. Si bien, se supone que una mayoría de alemanes estaría en contra del apoyo federal a los países europeos con problemas de deuda, la derrota del FDP se interpreta como un rechazo a la política antieuropea que está siguiendo, como socio de gobierno de Merkel. La crisis de la eurozona era su principal argumento para ganarse el apoyo popular y ha salido mal.
A final de mes se vota en el Bundestag la contribución alemana al rescate financiero de Grecia y los liberales han amenazado con no seguir la doctrina de su socio mayoritario de gobierno, la CDU.