Tras detectarse la presencia de ADN equino en las hamburguesas y la lasaña, la cadena de supermercados Tesco ha reconocido la presencia de trazas de hasta un 60% de carne de caballo en las salsas de carne picada de la marca Everyday Value, procedentes de la planta Comigel en Francia. La Agencia de Alimentos británica (FSA) ha ordenado que se realizan pruebas científicas tanto en supermercados como en escuelas y hospitales, ante la sospecha de que el fraude de la carne de caballo se ha extendido por toda la cadena alimenticia.
Este martes, las cadenas holandesas de supermercados PLUS y Boni y la alemana Tengelmann se disponen a retirar productos congelados tras detectarse carne de caballo en preparados presuntamente elaborados con ternera. El eurodiputdado francés, José Bové, antiguo sindicalista agrícola, ha pedido una investigación europea.
Aunque el fraude no afecta a la salud humana, si que ha abierto una nueva duda sobre los controles alimentarios en la UE. El escándalo que se ha extendido a varios países, saltó en el Reino Unido -donde el consumo de carne de caballo está muy mal visto-. Los servicios antifraude del gobierno francés ha iniciado una investigación y varias empresas presentarán denuncias por considerarse víctimas del fraude. Findus, que ha retirado de la venta en Francia, tres de sus platos preparados por la presencia de carne de caballo en lugar de la de vacuno anunciada en sus ingredientes, indicó que a partir del lunes va a presentar una denuncia aunque no ha identificado a un presunto responsable.
El recorrido de esta carne de caballo es largo. Se investigan cinco mataderos polacos y un distribuidor en Rumanía. Al parecer este la vendía a un tratante de Chipre, que a su vez subcontrató la operación a otro comerciante con base en Holanda. Los responsables de esta empresa lo enviaron a Luxemburgo donde se convertía en lasaña y otros platos precocinados.
En el Reino Unido se han encontrado lasañas de ternera, con entre el 60 y 100 por cien de carne de caballo. Findus, la marca más afectada hasta el momento, ha dicho que «nos certificaban carne de vacuno francesa en nuestras recetas. En realidad nos daban carne de caballo rumana. Nos han engañado», señala en un comunicado Findus Francia, que se considera una «víctima» al igual que los consumidores.