Un informe de la Agencia de Derechos Fundamentales http://fra.europa.eu sobre la situación de la población gitana en once Estados miembros pone de manifiesto que, la minoría más importante de Europa, la población gitana, es a menudo víctima de racismo, discriminación y exclusión social. Sus derechos laborales están muy lejos de la más mínima igualdad de oportunidades. En especial las mujeres gitanas siguen siendo víctimas de violencia y explotación y, muchos niños gitanos están sin escolarizar y vagan por las calles.
En abril de 2011, se adoptó el marco Europeo de Estrategias Nacionales de Integración de los Gitanos, en el que se definían cuatro áreas en las que debían trabajar especialmente los países para mejorar la integración de los entre 10 a 12 millones de gitanos que hay en Europa: acceso a la educación, empleo, sanidad y vivienda. Todos los Estados, por primera vez, se comprometieron a abordarlos y a desarrollar estrategias nacionales.
El informe señala que las han hecho, pero en su mayoría no han designado financiación suficiente para su puesta en marcha. La comisaria de Justicia, Viviane Reding explica «necesitamos más que meras estrategias sobre un papel. Necesitamos resultados tangibles en la política nacional» que mejoren la vida de los gitanos.
El comisario de empleo László Andor hace un llamamiento para que los Estados tengan listos sus programas para el periodo 2014-2020 y así podrían recibir el dinero del Fondo Social Europeo dispuesto para ello. La Comisión pone a España como ejemplo en los programas de acceso al empleo de la comunidad gitana y en los programas de mediación para reducir el abandono escolar prematuro.
Desde la Fundación Secretariado Gitano (FSG), explican que «En España, hasta ahora modelo de políticas de inclusión con la comunidad gitana, las cosas no son muy distintas (al resto de Europa). La crisis está teniendo un impacto profundo en la situación de las personas gitanas, como parte de los grupos más desfavorecidos y excluidos, y amenaza con dar al traste con 30 años de avances».
Mientras la tasa de desempleo en España ha superado el 24 por ciento, entre la población gitana ronda el 40 por ciento. La crisis está afectando a las ONG, disminuyen los fondos y aumenta el número de personas que necesitan ayuda y cada vez son más duras las situaciones. En 2011 la FSG atendió a 112.881 personas, un 12 por ciento más que el año anterior.