El eurogrupo necesitó 10 horas para llegar a un acuerdo que ha saltado las alarmas entre los europeos: confiscar parte de los ahorros de los chipriotas a cambio de rescatar a su banca. El ejecutivo de Nicosia, se reunió de urgencia ayer para dar el visto bueno y el Parlamento se reúne urgentemente mañana para dar legalidad a lo que acordaron los ministros de otros gobiernos en Bruselas el viernes. Los únicos que deben esperar... hasta el martes son los chipriotas, que temen pagar por recuperar sus ahorros.

El recien elegido presidente chipriota, Nicos Anastasiades, se dirigirá hoy al país en un mensaje televisado para defender el plan de ayuda, que ha calificado de «doloroso» y mañana en el Parlamento iniciará un proceso de ratificación del plan de rescate europeo muy controvertido. A cambio del los 10.000 millones de euros que deben recibir los bancos, Bruselas exige que se incaute a los depósitos el 6,75 por ciento hasta los 100.000 euros y un 9,99 por ciento a partir de esa cifra.

El Banco de Chipre, el primer banco del país, que solicitó la ayuda al gobierno para frenar sus pérdidas, ligadas mayoritariamente, a la crisis griega, ha calificado las decisiones de «dolorosas y sorprendentes» y que entienden «perfectamente la inquietud de la opinión pública».

En Chipre este sábado grupos de personas se dirigieron rápidamente a los bancos para retirar su dinero, por lo que los responsables financieros cerraron las sucursales hasta el martes, ya que mañana es día festivo en el país. Por la tarde un centenar de personas se manifetó en las calles y hoy hay prevista otra manifestación, ante el Parlamento. Las movilizaciones podrían seguir los siguientes días.

Los gobiernos con problemas similares al chipriota se han apresurado a explicar que es un caso «no extrapolable» a otros países.

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