El comisario europeo de Sanidad y Consumo, el maltés John Dalli, quiere endurecer la legislación sobre el tabaco en toda Europa y está impulsando que Bruselas prohíba, sin excepciones, fumar en los lugares públicos, que se reduzca la nicotina de los cigarrillos y que se impida mostrar tabaco al público en los puntos de venta.
En una entrevista con el diario alemán Die Welt, Dali ha anunciado que la Comisión europea adelantará sus planes sobre el tabaco al año que viene. Si salen adelante, se prohibirá en toda la UE fumar en los espacios públicos, transportes y lugares de trabajo. Aunque las legislaciones nacionales de los 27 ya han introducido medidas en ese sentido, en muchos países se sigue tolerando fumar en lugares de acceso público y Bruselas no quiere consentirlo. Argumenta que no tienen sentido los espacios reservados para fumadores, porque se perjudica la salud de visitantes y trabajadores.
Dalli dice que unos 650.000 europeos mueren cada año a causa del tabaco y que las repercusiones de fumar en la salud de los europeos tiene un coste de miles de millones de euros en los sistemas nacionales de salud y en la reducción de la productividad económica.
Así que con estos argumentos, prepara una dura batalla contra el tabaco. Además de la prohibición total de fumar, el comisario europeo quiere que los cigarrillos sean menos peligrosos y menos atractivos. Se propone reducir las sustancias aditivas, incluida la nicotina, y que los paquetes de tabaco definitivamente no resulten llamativos para los fumadores.
Dalli ha pedido a los Estados miembros que extiendan la obligación de poner fotografías con las consecuencias del tabaco sobre la salud y las advertencias de sus peligros. Es más, incluso plantea una prohibición más: que no se puedan mostrar los paquetes de tabaco en las tiendas autorizadas.