Al anochecer del sábado, cayeron las primeras bombas desde aviones franceses contra objetivos militares libios. Poco después, misiles británicos y estadounidenses lanzados desde barcos en el Mediterráneo apoyaban a la aviación francesa. Los ataques se dedicieron el sábado en la cumbre de París y continuarán, según el gobierno francés, hasta derrocar a Gadafi.
La operación ha sido bautizada como Odisea del Amanecer y se lleva a cabo en cumplimiento de la resolución 1973 de la ONU. En la primera fase, las operaciones militares tienen como objetivo anular la capacidad antiaérea de las fuerzas de Gadafi. El mando estadounidense ha informado que sus fuerzas junto a las de Reino Unido han lanzado ya 110 misiles Tomahawk en estas primeras horas y han alcanzado 20 objetivos.
Los medios oficiales libios informan de que se han alcanzado objetivos civiles y que un hospital de Trípoli ha sido bombardeado por fuerzas extranjeras.
Gadafi ha hecho un llamamiento a todos los libios para armarse y luchar contra lo que ha llamado «cruzada colonialista», avisa de que ahora los intereses de los países que participan en la operación internacional estarán expuestos al peligro y augura que la intervención militar dará lugar a una guerra de religiones.
Según la cadena de televisión Al Yazira, los rebeldes libios están en contacto con la coalición internacional y coordinan los movimientos contra las fuerzas de Gadafi.