Las inversiones en sectores clave como el bancario, el inmobiliario, las telecomunicaciones, las tecnologías de la información, el transporte y el turismo han propiciado el crecimiento de la clase media del continente, explica el investigador Lawrence Bategeka, del Centro de Estudios de Políticas Económicas, con sede en Uganda. «La liberalización de las economías africanas ha derivado en una mayor eficiencia y en un rápido crecimiento del sector de servicios que impulsado por el sector privado, ha tenido como consecuencia la ampliación de la clase media del continente».
La clase media de África se define como el grupo poblacional con un consumo diario por habitante de entre dos y 20 dólares, según el informe «The Middle of the Pyramid» (La mitad de la pirámide), elaborado el año pasado por el Banco Africano de Desarrollo (BAD).
Según ese estudio, la clase media africana ha pasado de representar el 27 por ciento de la población del continente en 1980 al 34 por ciento en 2010. África cuenta hoy con unos 1.000 millones de habitantes. Esto significa una tasa de crecimiento del 3,1 por ciento, frente al 2,6 por ciento de la población general del continente durante el mismo periodo, indica el informe del BAD.
La clase media se considerada clave para el futuro de África, ya que es crucial para su desarrollo económico y político. Pero es difícil determinar exactamente quiénes entran en ese grupo y por tanto definir su constitución, según el banco.
En Uganda, una persona se considerada de clase media si tiene buena educación, puede alquilar o comprar una buena vivienda, tiene acceso a Internet, hace compras habituales en supermercados y gasta el equivalente a 15 dólares al día, explica el administrador asociado de la compañía privada de estudios Alpha Partners, Stephen Kaboyo.
Joseph Nsubuga, agente inmobiliario cerca de Kampala, la capital ugandesa, aprovecha bien el crecimiento de la clase media. «El aumento de los ingresos de muchas personas ha disparado la demanda de tierra y ahí he encontrado una oportunidad para hacer mi propia ganancia. Comencé a vender lo que había heredado de mis padres, y ahora mi trabajo es comprar y vender tierras. Mis ganancias han mejorado y puedo enviar a mis hijos a buenas escuelas», dice.
El pedagogo James Babalanda, de Kampala, también vio una oportunidad para mejorar su calidad de vida. «Desde que las personas empezaron a ganar más, han querido mejores equipos electrónicos. Entonces decidí abrir varios comercios de ese ramo en la capital y, créame, llevo una buena vida. Mi negocio crece debido a que hay un buen mercado», nos cuenta.
Bategeka sostiene que hay espacio para un crecimiento todavía mayor de la clase media, pero que el gobierno debe invertir más en infraestructura. «Uganda es un buen ejemplo de cómo las reformas económicas mejoran los ingresos de las personas, y este crecimiento sería aun mayor si hubiera más inversiones en infraestructura». «La mayoría de los países han tenido un lento crecimiento del sector privado debido a déficit en infraestructura», añade.
Reduciendo el control estatal y adoptando políticas favorables al sector privado, las economías africanas han estimulado el crecimiento de la clase media, y todavía hay espacio para una mayor expansión si se realizan más inversiones públicas en infraestructura, insiste Bategeka.
En los años 90, las economías africanas adoptaron los programas de ajuste estructural exigidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con políticas de libre mercado. «La liberalización, que se concentró en un crecimiento del sector privado, fue clave para la expansión de la clase media del continente», explica Bategeka. «Los países adoptaron políticas económicas sólidas que controlaron la inflación, beneficiando las inversiones en sus economías».
Señala que «Las inversiones en el sector de servicios son parte del motor del crecimiento de la clase media en el continente. Las sólidas políticas macroeconómicas, al mismo tiempo, atrajeron inversiones extranjeras directas, que contribuyeron al crecimiento de esa clase media».
Los países del norte de África son los que tienen una mayor clase media. Túnez registra la mayor proporción de población en ese sector socioeconómico, con un 89,5 por ciento, seguido de Marruecos, con un 84,6 por ciento.
Liberia es el que tiene la menor concentración entre los países estudiados, con solo un 4,8 por ciento de su población, seguida de Burundi, con un 5,3 por ciento. «La clase media africana es una fuente clave del crecimiento del sector privado en África, pues representa una gran parte de la demanda efectiva de bienes y servicios», según el BAD.
África subsahariana sigue protegida de los factores negativos que afectan al crecimiento en muchas naciones en desarrollo, y la actividad económica en la región es por lo general sólida.
Se espera que el crecimiento en el lapso 2012-2013 sea el mismo que el del periodo anterior, indicó el FMI en sus perspectivas para la región, presentadas en octubre pasado.