La Alta Representante para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, ha dicho en un comunicado, que «queremos aprovechar el impulso creado por la reciente Asamblea General y garantizar una aplicación rápida. Mediante el establecimiento de normas jurídicamente vinculantes comunes para la importación, exportación y transferencia de armas convencionales, la TCA hará que este tipo de comercio sea más responsable y transparente. Tiene el potencial de reforzar la paz y la seguridad».
El Comisario de Industria, Antonio Tajani, ha señalado que «el propósito del Tratado es contribuir a la paz internacional y regional, la seguridad y la estabilidad mediante la regulación del comercio internacional de armas convencionales y eliminar el tráfico ilícito de armas. Es de vital importancia llenar el vacío legal en el comercio no regulado de armas convencionales a nivel internacional y ayudar al desarrollo de los esfuerzos de construcción de paz y humanitarias».
Los Estados miembro no pueden adherirse al tratado hasta que lo hayan autorizado los Veintisiete mediante una propuesta de decisión de la Comisión Europea porque afecta a competencias exclusivas de la UE como, por ejemplo, los controles a la importación y exportación. El tratado fija estándares mínimos internacionales sobre la importación, exportación y transferencia de armas convencionales con el objetivo de hacer más responsable su comercio legal y contempla medidas para impedir el desvío de armas convencionales.
El Tratado, que incluye la venta de carros de combate y vehículos armados, sistemas de artillería de gran calibre, aviones y helicópteros de combate, buques de guerra, misiles y lanzaderas, así como las armas ligeras y pequeñas y la munición y componentes relacionados, vinculará las entregas a criterios de Derechos Humanos, terrorismo y crimen organizado aunque el texto no establece mecanismos de control y deja pendientes de aclaración los criterios que delimitarán la compra-venta de armas.
La Asamblea de Naciones Unidas aprobó el 2 de abril por abrumadora mayoría el primer Tratado mundial sobre el comercio de armas convencionales, con 154 votos a favor y la única oposición de Irán, Corea del Norte y Siria. El 3 de junio se abrirá el periodo por el que los países podrán firmarlo o no y ratificarlo. El Tratado entrará en vigor en un plazo de 90 días tras su ratificación por parte de 50 países.
El negocio del comercio de armas convencionales mueve cada año 70.000 millones de dólares, mientras que más de 740.000 personas fallecen anualmente como resultado de la violencia armada.
Aprueban el Tratado sobre venta de armas tras 6 años de discusión