El Parlamento Europeo aprobó el pasado octubre una propuesta de aumentar la baja de maternidad hasta 20 semanas mínimo por un escaso margen de 327 votos a favor, 320 en contra y 30 abstenciones. Ahora son los ministros de trabajo de la UE los que la rechazan.
El Parlamento Europeo había ampliado la propuesta de la Comisión Europea que era de 18 semanas de permiso y sin obligación de abonar el salario completo.
Reino Unido y Alemania han llevado la voz cantante en el rechazo a la ampliación de la baja de maternidad. Junto a otros cinco Estados miembros, Eslovaquia, Suecia, Dinamarca, República Checa, países Bajos y Malta, han presentado una declaración considerando que sería muy gravoso para sus economías y han pedido un estudio de impacto económico para seguir negociando.
El ministro de trabajo español, Valeriano Gómez, no ha rechazado la ampliación, pero ha reclamado «flexibilidad» para aumentar el periodo de baja de forma gradual. De hecho en España el permiso maternal es de 16 semanas, uno de los más altos de la UE.
El Parlamento Europeo había encargado un estudio del impacto de la ampliación hasta 20 semanas con todo el sueldo y el resultado fue de un coste de hasta 1.429 millones de euros al año para Francia, 1324 millones de euros para Reino Unido, 1.150 millones de euros para Alemania y 988 millones de euros para España.
La presidencia de turno de Bélgica ha dicho que presentará una propuesta conjunta con las dos próximas presidencias, Hungría y Polonia, para avanzar en las negociaciones.