La Secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha estado en Bruselas y no ha dejado ningún titular. Visita a las instituciones comunitarias, entrevistas con los líderes europeos, halagos al papel de Europa en el mundo y ausencia de iniciativas comunes. Es el compromiso transatlántico que declara Clinton.

El próximo 20 de noviembre se celebra en Lisboa la cumbre UE-EEUU y, supuestamente, Clinton ha repasado con las cabezas visibles de la UE los asuntos internacionales que interesan a ambas partes. O no ha transcendido lo que les une y les separa o es que no existe relación alguna, más allá del protocolo.

Había interés en el encuentro de las dos jefas de la diplomacia estadounidense y europea, pero Clinton y la baronesa Ashton no parece que tuvieran mucho que decirse. Cuentan que la Alta Representante de la Política Exterior europea es la interlocutora ya habitual de Clinton y, como no podía ser de otra forma, la secretaria de Estado norteamericana dijo que con su nombramiento se han reforzado los lazos a ambos lados del Atlántico. Hasta el punto de que Clinton dijo que ambas hablaban alguna vez sobre «nuestros hijos o sobre compras».

Incluso parece que se habló de política. Ante las críticas sobre el gris papel que la UE juega en Oriente Próximo, Clinton dijo que «la percepción de que la UE no ejerce influencia es errónea... Reforzar a la Autoridad Palestina, tener las relaciones que la UE tiene en el mundo árabe, promover la idea de que la solución de los dos Estados va en interés del pueblo palestino es una contribución inmensa en el contexto de las negociaciones».

Clinton se entrevistó también con el presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, y con el presidente del Parlamento europeo, Jercy Buzek. Según dijeron, se habló de desafíos comunes como el cambio climático, la seguridad energética o el terrorismo.

Después, la secretaria de Estado dijo lo que venía a decir y que no tenía que ver con la UE. Era un mensaje a las clases altas de Pakistán para que sigan el ejemplo de la comunidad internacional y ayuden al país a recuperarse del desastre provocado por las últimas inundaciones. «Es totalmente inaceptable que aquéllos que tienen recursos en Pakistán no estén asumiendo su justa parte ayudando a su propia gente, mientras los contribuyentes europeos, estadounidenses y de otros países están todos cooperando». Este viernes se celebra en Bruselas una reunión internacional sobre la cooperación internacional en Pakistán, pero Clinton no asistirá.