Naciones Unidas, (IPS)- En medio de una ola de intolerancia racial y religiosa en todo el planeta, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (Unaoc, por sus siglas en inglés) se reunirá en Viena esta semana para fortalecer las relaciones culturales en un mundo que considera «alarmantemente fuera de equilibrio».
En esta era de interconexiones e información «quizá no podamos frenar a cada mercader del odio en cada rincón del mundo, pero podemos construir puentes lo suficientemente fuertes para resistir esas presiones», dijo el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
La tarea de construir esos puentes es una de las principales responsabilidades de la Unaoc, que celebrará su V Foro Mundial, destinado a «Promover un liderazgo responsable en diversidad y diálogo». Los últimos cuatro foros se celebraron en Madrid (2008), Estambul (2009), Río de Janeiro (2010) y Doha (2011). El foro de Viena, que tendrá lugar este miércoles 27 y el jueves 28, será el primero presidido por el nuevo alto representante de la Unaoc, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, de Qatar, expresidente de la Asamblea General de la ONU y presidente del Consejo Directivo de la agencia de noticias IPS (Inter Press Service).
Consultado sobre la forma más efectiva de remediar los crecientes problemas de xenofobia, antisemitismo e islamofobia, el director de la Unaoc, Matthew Hodes, nos dijo que la intolerancia y la discriminación han sido siempre una parte triste e inaceptable de la experiencia humana, y deben ser completamente erradicadas. «Lo que la comunidad internacional puede hacer, lo que los organismos de la ONU pueden hacer y lo que seguiremos haciendo es mantener la lucha contra esos flagelos». Ya sea estableciendo estándares a través de instrumentos internacionales, denunciando abusos o con esfuerzos proactivos de reconciliación, «todos tenemos un papel que jugar en esa lucha», señaló.
Mientras, la propagación de los crímenes de odio se atribuye también a la cobertura sensacionalista de los grandes medios de comunicación internacionales.
Cuando la ONU conmemoró el Día Internacional de la Paz, en septiembre, las celebraciones se vieron enturbiadas por las noticias de una ola de odio en el mundo islámico, la continua y sangrienta guerra civil en Siria, atentados suicidas en Afganistán e Iraq y violentas manifestaciones en Bangladesh, Indonesia y Pakistán contra un vídeo que acusaban de ofender la imagen del profeta Mahoma.
En su discurso, el secretario general de la ONU advirtió que el mundo se enfrentaba a violencia por culpa del fanatismo, pero también señaló la responsabilidad de los medios. En el mundo de hoy, dijo, los que más levantan la voz son los que tienen el micrófono. «Las cámaras de televisión se enfocan en la periferia. Los extremistas ganan fácilmente publicidad a través de sus hogueras de fanatismo», afirmó.
Por su parte, Navi Pillay, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también expresó sus reservas sobre la forma en que los medios cubren los hechos relacionados con la intolerancia religiosa, señalando que la mejor forma de vencer ese fenómeno es ignorarlo. Consultada sobre si el sensacionalismo en la prensa es un factor que contribuya a los crímenes de odio, Hodes nos dijo: «Las sociedades en el mundo que son más libres son aquellas cuyos medios no tienen trabas». No obstante, añadió que los profesionales de la prensa deberían seguir ciertos estándares para garantizar que su trabajo se realice de forma responsable.
Hodes señala que los medios tienen un papel central en los esfuerzos para una mejor comprensión de temas delicados, como la intolerancia religiosa, las migraciones o la diversidad. Todos esos factores pueden contribuir a polarizar las comunidades. «La Unaoc intenta afrontar este desafío convocando regularmente a editores, propietarios de medios y expertos para establecer una plataforma para el diálogo que derive en recomendaciones concretas». «Y procuramos organizar una reunión sobre religión e intolerancia religiosa el año próximo», anunció.
Consultado sobre la islamofobia, una de las formas más propagadas de intolerancia, Hodes indicó: «Al parecer, una agenda de miedo se ha arraigado en ciertas partes del mundo». Pero eso no puede justificar la denigración de toda una religión o de sus fieles, añadió. «La islamofobia es un fenómeno real en ciertos lugares y hay que plantarle cara».
Un documento de reflexión preparado por la Secretaría de la Unaoc y el Ministerio Federal de Austria para Asuntos Europeos e Internacionales, que será discutido en el foro de Viena, se concentrará en cómo los líderes mundiales pueden marcar l diferencia en tres aspectos clave.
El primero de ellos, la promoción, protección y pleno goce del derecho a la libertad religiosa en un contexto de pluralismo, que incluye no solo una mayor diversidad, sino también la interacción entre diversos grupos religiosos.
En segundo lugar, el pluralismo de medios y la diversidad del contenido periodístico, así como su contribución al debate público, a la democracia y a la conciencia de la diversidad de opiniones.
En tercer y último lugar, la creación de un nuevo discurso sobre las migraciones, la integración y la movilidad en la economía mundial.