La tecnología de la tableta iPad, la de Google Maps y otras posibilidades que nos facilita la informática permiten realizar una visita especial en la que se combinan los lugares donde estuvo y sus obras pictóricas. Escapar de la sala y visitar los lugares que amó, que le inspriraron o los que plasmó en sus lienzos. De Viena se puede saltar a Venecia donde el artista se inspiró para utilizar el oro en sus cuadros o al lago Attersee, donde Klimt paseó con su gran amor Emilie Flöge.
Con un simple toque, los visitantes pueden acceder a la información en una pintura del artista, o a un video que describe el lugar o elemento representado que se le atribuye: el lago Attersee, cerca de Salzburgo, la Basílica de San Marcos en Venecia, incluyendo el estilo bizantino que inspiró la «época dorada» de Klimt.
La aplicación que utiliza Google Maps muestra las principales atracciones turísticas, como la tumba del pintor en Viena o una galería de Londres donde expuso su obra. El comisario de la exposición, Alfred Weidinger, ha dicho que han utilizado los últimos avances tecnológicos porque «tenemos que encontrar nuevas maneras de presentar el arte».
El Belvedere ha inaugurado una nueva exposición dedicada a Klimt, con 120 pinturas, dibujos, cartas y recuerdos personales, coincidiendo con los 150 años de su nacimiento que se celebrará el 14 de julio.