El presidente checo, Vaclav Klaus, pretende evitar que su país reciba futuras reclamaciones por parte de la minoría alemana expulsada de los Sudetes checos en 1945 y pone como condición para firmar el Tratado de Lisboa que el texto lo recoja como una nota a pie de página.
Según el diario Hospodarske Noviny, citado por EFE, fuentes de la presidencia dicen que "no podemos permitir que un juez de Malta o España en un tribunal europeo que no conoce la historia de nuestra región decida si los alemanes tienen derecho a recuperar su patrimonio".
Todo parece indicar que se trata de un nuevo argumento para bloquear la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, sólo pendiente ya de su firma, una vez que el Tribunal Constitucional checo resuelva el recurso presentado por senadores afines al propio Klaus.
Fuentes de la UE recuerdan que el texto fue aprobado por el Parlamento checo sin objeciones.
El presidente del Parlamento europeo tiene previsto entrevistarse hoy con Klaus para exponerle el coste político que puede causar el retraso en la aplicación del Tratado. euroXpress