A su llegada a la Cumbre esta mañana en Bruselas, Cameron ha ratificado su postura: «Juncker no es la persona correcta», ha declarado. El premier podría dejar tras de sí una Cumbre amarga, pero que ciertamente le puede hacer ganar varios puntos en su país, donde la ola euroscéptica en las pasadas elecciones cobró fuerza, y el partido más votado fue el UKIP liderado por Nigel Farage, quien pide abiertamente la salida del Reino Unido de la UE. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha replicado las palabras de Cameron en declaraciones a los periodistas y ha asegurado que «veinticinco o veintiséis creen que Juncker no es la persona equivocada».
El premier británico tiene frentes abiertos en el horizonte: el referéndum de autodeterminación en Escocia en otoño y una consulta a la población británica sobre la posible salida del país de la UE en 2017. Cameron ha esgrimido en los últimos meses que la razón por la que rechaza a Juncker es su exceso de europeísmo, un federalista de la vieja escuela, incapaz de liderar la reforma que la UE necesita. El primer ministro considera que si Juncker es presidente del Ejecutivo de Bruselas, el camino inexorable del Reino Unido será dejar la UE.
Los británicos ya han rechazado en su historia a candidatos a presidir la Comisión por ser considerados «demasiado europeístas». Fue el caso en 2005 de Guy Verhofstadt, líder de los liberales y ex primer ministro de Bélgica, abiertamente federalista, y autor del libro llamado «Los Estados Unidos de Europa». Eso era demasiado para los nacionalistas británicos que desde su adhesión en 1973 han amenazado varias veces con dejar la UE.
Sin embargo, la historia no es siempre circular, y Cameron esta vez no ha recibido el apoyo de sus colegas para evitar que Juncker se convierta en el presidente del Ejecutivo comunitario. En un principio, Países Bajos, Suecia y Hungría estaban del lado de los británicos, pero los primeros han dejado el barco y han accedido apoyar a Juncker.
Todavía queda un paso más, el primer pleno de la legislatura en la Eurocámara de la semana que viene debe votar si Juncker es el elegido a presidir la Comisión. Todo apunta que así será, y que el candidato popular tendrá el apoyo de su grupo, el de los socialistas y el de los liberales.
Presidencia del Eurogrupo y acuerdos de asociación
Los Veintiocho han firmado esta mañana los acuerdos de Libre Comercio con Georgia, Moldavia y Ucrania. Tres países y ex repúblicas soviéticas que se alían con el oeste democrático de la UE, más que con las políticas autocráticas de Moscú. El Gobierno del Kremlin se ha esforzado en entorpecer los acuerdos de Asociación con la UE, a sabiendas de que perdía influencia en la región.
El acuerdo con Ucrania, cuyas reformas políticas ya se firmaron en marzo, fue la chispa que encendió las protestas en Kiev, en la plaza Euromaidán, y que han llevado a una tensión política entre el este y el oeste del país: prorrusos, contra fieles a los europeístas.
Entre el paquete de puestos que seguirá al de la presidencia de la Comisión Europea, está el de liderar el Eurogrupo para el que suena el ministro español de economía Luis de Guindos.
Según fuentes diplomáticas, es el candidato que está mejor posicionado. Entre sus posibles competidores está Pierre Moscovici, tras dejar la cartera de economía del Gobierno de Hollande o Jeroen Dijsselbloem, actual ministro holandés y quien ocupa ahora el cargo.
Sin embargo, Mariano Rajoy ha negado que hoy se discuta el puesto a presidente del Eurogrupo, que hasta ahora era compatible con el de ministro de economía, pero se espera que se cree un cargo permanente con dedicación exclusiva. Fuentes diplomáticas aseguran que para que de Guindos sea propuesto por el gobierno español se tendría que crear primero el puesto.