En su breve visita a España Juncker ha mostrado su cara amable, al insistir en que «no tengo un proyecto de austeridad, sino de rigor presupuestario», «Soy tan generoso como mis amigos socialistas», y ha abogado por una «Europa social, que hemos dejado en estado lamentable» Ha defendido el salario mínimo, porque «la precariedad no puede ser la ley en nuestros estados y hay que llegar a una flexibilidad razonable». El candidato popular ha añadido que «si perdemos la adhesión de los trabajadores al proyecto europeo vamos a perder Europa».
En el Foro Nueva Economía, Juncker ha hablado en varias ocasiones de solidaridad. Del Oeste y el Este. «Si se imponen sanciones a Rusia, hay países que se verán muy afectados en su economía, principalmente los del Este, por eso es necesario ser solidarios con ellos. Solidaridad también entre el Norte y el Sur, no solo ante la crisis, sino en materia de inmigración. El ex primer ministro luxemburgués ha dicho que «ninguna persona es ilegal», pero sí es ilegal inmigrar sin papeles. Y ha abogado por elevar el presupuesto de la agencia de control de fronteras Frontex para combatir el fenómeno. «No es aceptable que los países del norte no apoyen a los del sur. Lo dije ayer en Alemania y lo digo aquí».
El que fuera presidente del eurogrupo, ha dicho que la crisis en España se veía venir, aunque no ha dicho porque no se actuó para evitarla, o al menos para frenar los resultados más desastrosos. «La burbuja inmobiliaria era visible, la deuda privada era crítica y había que estabilizar el sector bancario». Juncker se ha mostrado "impresionado con la rapidez" con la que España había terminado «con la crisis en el sector bancario». «De las cuatro economías más importantes, la española es la que se va a enriquecer más en el 2015. ¡Quién iba a creer en los últimos años que la vuelta al crecimiento iba a ser tan rápida!», ha señalado.
Se ha mostrado realmente molesto con las informaciones que definen a su país como un «paraíso fiscal». Ha negado ser «el representante de un paraíso fiscal, he acabado con el secreto bancaria y nadie podrá decir que soy el hombre del dumping social ni económico». «La armonización fiscal, será un tema importante en la Comisión en los próximos años», ha dicho.
En política exterior ha sido contundente, «Europa seguirá siendo de 28 Estados miembros, hasta 2019 como mínimo», y que los ucranianos «no quieren estar en Europa, sólo nos enviaron una carta porque no tenían a donde ir para defender la democracia y la lucha contra la corrupción». Sobre Rusia ha señalado que la UE debe reconsiderar su estrategia política con ese país y ha defendido una política exteriór común y no «una política exterior de 29».
Juncker ha compartido mesa con el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, con el que ha dicho que está de acuerdo «cien por cien». También estaba el candidato del PP en España, Miguel Arias Cañete y varios miembros de la lista para las elecciones europeas. En clave española ha defendido la política económica del gobierno y la supremacía de la Constitución sobre la apuesta soberanista de Cataluña.
En el acto ha sorprendido la presencia del exdiputado popular, y candidato de VOX, Alejo Vidal-Quadras, que se ha presentado como vicepresidente del Parlamento Europeo. Además ha recordado que en el caso de obtener escaño, pasaría a formar parte del grupo popular, como ha hecho hasta ahora.
Entre las anécdotas, los problemas de Juncker con los auriculares de traducción, que no le han permitido entender algunas de las preguntas que le realizaban los participantes al acto, y ha prometido que la próxima vez que visite España, no solo podrá expresarse en alemán, francés e inglés, sino que hablará español; aunque inmediatamente ha reconocido, que seguramente esa sería una promesa que no podría cumplir.
Jean-Claude Juncker ha dicho que viaja en autobús por Europa y eso le permite «conocer los países, los colores, los olores de Europa». Europa, ha dicho, es el continente más pequeño del planeta, «pero es más grande lo que pensaba». «Me siento como un candidato estadounidense aunque a diferencia de ellos compruebo que cada 150 km. cambia el paisaje. Europa está unida dentro de su diversidad». Pero a Madrid ha llegado en avión, su autobús no ha cruzado los Pirineos. Por supuesto no es para echárselo en cara, pero sí demuestra, que España está demasiado lejos del centro de Europa... y no solo para viajar.