El primer cambio llegará en las fotos oficiales. Don Juan Carlos y doña Sofía seguirán siendo reyes, con carácter honorífico, y mantendrán su tratamiento de «majestades»; pero a partir de ahora el protocolo establece que se sitúen en tercer lugar, por detrás de las hijas de los reyes. Según el Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 13 de junio, mantendrán su actual estatus de forma vitalicia, aunque a partir de ahora les corresponden honores militares equivalentes a Príncipes de Asturias. Además, desde hoy Juan Carlos de Borbón ha pasado a ser Capitán General en la reserva.
Sin embargo, el texto aprobado por el Gobierno no regula cual será el papel institucional que les corresponde a partir de ahora. Serán parte de la Familia Real, un honor que la legislación reserva al rey, su consorte, sus ascendientes y sus descendientes, pero será Felipe VI quien establezca las tareas que ejercerán en un futuro, siempre con el visto bueno del Gobierno. No se descarta que dentro de sus posibilidades, el hasta ahora monarca siga haciendo algún viaje oficial, teniendo en cuenta la gran agenda de contactos internacionales que posee.
El mayor cambio para don Juan Carlos se ha producido a nivel jurídico. Con la entrada en vigor de la Ley de Abdicación, el hasta ahora Jefe de Estado ha perdido la inviolabilidad de la que ha gozado desde 1978. Queda por decidir el aforamiento para él y para doña Sofía, que deberá aprobar el Consejo de Ministros en los próximos meses. Una de las fórmulas que se baraja es incluirlo en la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que verá la luz en los próximos meses.
A través de un portavoz de Zarzuela, don Juan Carlos ya ha manifestado que no tiene intención de utilizar ningún título nobiliario; ni siquiera el de Conde de Barcelona, que perteneció a su padre. Por el momento tampoco tendrán que hacer las maletas, porque su residencia seguirá siendo el Palacio de la Zarzuela.
Fórmulas diferentes en las monarquías europeas
En Europa cada casa Real ha seguido su propio camino. Alberto de Bélgica y Beatriz de Holanda han visto rebajada su asignación económica tras su abdicación, pero cada uno de ellos mantiene un estatus diferente en sus respectivas familias reales.
En Bélgica, junto al actual monarca cohabitan otros tres reyes: el Rey Alberto, su esposa, la Reina Paola y la Reina Fabiola. Tras abdicar, Alberto de Bélgica ha mantenido su mismo tratamiento y la inmunidad jurídica. El pasado 23 de mayo, durante los comicios europeos, se producía una imagen inusual: los reyes Alberto y Paola acudían a votar, como dos electores más, en un país donde el voto es obligatorio. Hasta ese momento se habían abstenido, ya que por tradición, los monarcas belgas no deben participar en los comicios debido a que la neutralidad, propia de su estatus, les obliga a no mostrar preferencias políticas.
Por el contrario, Beatriz de Holanda, se convertía en Princesa hace un año, tras ceder la corona y el cetro a su hijo Guillermo, en una ceremonia llena de pompa y boato. Su nueva posición le ha obligado a abandonar el Palacio Real de la Haya y se ha instalado en el Castillo de Drakensteyn en Lage Vuursche. Como Princesa sigue vinculada a la actividad institucional, y participa sobre todo en actos culturales. Su agenda se publica en la web de la Casa Real holandesa, junto a la de los actuales soberanos.
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